Visita de Trump a Reino Unido
Trump desconcierta a la Casa Real británica añadiendo una invitada de última hora a su próxima cena de bienvenida
El rey Carlos ha mostrado su inquietud ante la posibilidad de comentarios inoportunos durante los actos oficiales
Donald Trump está previsto que llegue al Reino Unido a finales de este mes para asistir a una visita de Estado organizada por el rey Carlos y la reina Camila. El acto central será el banquete real del 17 de septiembre en el que participarán alrededor de 150 invitados, una cita de alto nivel diplomático cuidadosamente planificada por la Casa Real británica con meses de antelación. Sin embargo, Trump ya ha alterado el estricto protocolo al solicitar la inclusión de una invitada de última hora en la ceremonia.
Según adelantó el periodista Robert Peston, el presidente estadounidense parecería no mostrar gran interés en la solemnidad del evento y se limitaría a “querer divertirse”. Como prueba de ello, pidió que se invitara a Dame Karen Pierce, exembajadora británica en Washington, un gesto inesperado que ha convertido en 151 la lista de asistentes al banquete. Aunque Pierce aún no ha confirmado su asistencia, esta maniobra ha sido interpretada como un ejemplo del estilo directo y poco convencional de Trump.
Un rey preocupado por los comentarios de Trump
La situación no ha pasado desapercibida en el entorno real. El rey Carlos ha expresado reservas ante el comportamiento de Trump, especialmente por su tendencia a realizar comentarios fuera de lugar en contextos oficiales. La analista Brittani Barger, de Royal News, explicó que esos temores no son infundados: “Si al rey Carlos le preocupa que el presidente Trump hable sin filtros, tiene buenas razones. Trump nunca oculta sus opiniones, independientemente de quién esté presente, y eso le genera tantos seguidores como detractores”.
Con todo, la visita de Estado ha sido recibida como una oportunidad para reforzar lazos diplomáticos entre Washington y Londres. Según los expertos, más allá de los roces por cuestiones de etiqueta, el encuentro ofrece beneficios mutuos. “Trump siente un evidente afecto por la Familia Real, por lo que no sorprendió que aceptara la invitación de inmediato. En el fondo, representa una especie de gesto conciliador entre ambos países”, señaló Barger en declaraciones al Mirror US.
No obstante, otro de los elementos que añade interés al encuentro será la coincidencia de Trump en la mesa con el actual embajador británico en EE UU, Lord Peter Mandelson. En el pasado, Mandelson llegó a calificar a Trump como “un peligro para el mundo”, aunque más recientemente suavizó su postura y declaró haber desarrollado un “nuevo respeto” hacia él. Esta circunstancia anticipa momentos diplomáticamente delicados en un banquete que, por su naturaleza, suele ser milimétrico en formas y discursos.