Drones
Zelenski quiere que la OTAN compre sus interceptores de drones: "En Ucrania tenemos opciones masivas y baratas"
Tras las últimas incursiones de drones rusos en Polonia y Rumanía, el presidente ucraniano ofrece al conjunto de aliados occidentales la opción de adquirir sus sistemas de intercepción de bajo coste
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha convertido la reciente ola de violaciones de espacio aéreo de la OTAN en una oportunidad de negocio y cooperación. Durante su discurso nocturno del 14 de septiembre, instó a los países aliados a adquirir los interceptores de drones que Ucrania ha desarrollado en plena guerra, asegurando que son “mucho más baratos, masivos y sistemáticos” que los sistemas occidentales. La propuesta llega solo días después de que más de una veintena de drones rusos cruzaran Polonia y uno penetrara en Rumanía, lo que ha puesto en alerta al flanco oriental de la Alianza Atlántica.
El núcleo de la oferta de Zelenski es Proyecto Octopus, un acuerdo firmado el 10 de septiembre con el Reino Unido que prevé fabricar en territorio británico miles de interceptores mensuales a un coste equivalente al 10 % del precio de un dron Shahed. Según el gobierno ucraniano, el diseño combina la experiencia de Kiev en la neutralización de enjambres con la capacidad industrial del Reino Unido, lo que permitiría escalar rápidamente la producción y abastecer a Ucrania y a países bálticos que ya han expresado su interés. La meta es clara: convertir el interceptor en el “muro antimisiles barato” de Europa del Este.
El mismo día que se anunció el proyecto, Rusia lanzó una nueva oleada de drones contra Ucrania: 84 vehículos aéreos, incluidos modelos Shahed y Gerbera, atacaron regiones del este, sur y norte del país. Las defensas ucranianas lograron derribar 59, pero 25 alcanzaron sus objetivos, junto con tres misiles balísticos S-300. Zelenski interpreta estos ataques como una prueba de estrés contra la OTAN: “Todos ven que Rusia está sondeando cómo llevar la guerra al territorio de Polonia y los estados bálticos. También están probando Rumanía”, advirtió.
Polonia y Rumanía abren la puerta a la industria ucraniana
La reacción de los aliados no se ha hecho esperar. Polonia ha invocado el Artículo 4 del tratado de la OTAN para consultas urgentes y anunció que acogerá a instructores ucranianos que entrenarán a sus tripulaciones en tácticas anti-dron. Mientras tanto, el gobierno británico ha ofrecido a Zelenski líneas de montaje adicionales en territorio del Reino Unido, lo que podría convertir a Ucrania en exportadora de tecnología militar antes de que termine la guerra.
El mensaje de Zelenski es claro: envía una señal a Moscú de que la experiencia acumulada en 30 meses de conflicto ha convertido a Ucrania en un laboratorio de innovación militar que ya no depende exclusivamente de la ayuda exterior. Si los aliados aceptan la propuesta, el escenario podría invertirse, serían los países de la OTAN quienes compraran tecnología ucraniana para proteger sus propios cielos.