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Belleza

Qué comer y cómo cuidarte (según tu tipo de piel) para lucir un rostro perfecto después de la cuarentena

Mantener tu piel impecable en tiempos de coronavirus está en tus manos.

caroline hernandez para Unsplash Unsplash

El cambio de hábitos o la falta constante de vitamina D, sin olvidarnos de los picos de estrés o diversas alteraciones que podamos sufrir en este aislamiento, afectan directamente a nuestra piel. La clave, así lo han explicado continuamente los expertos, está en cuidarla, en cuidarnos. Ahora tenemos tiempo, no hay excusas, y menos si queremos lograr que cuando todo esto acabe nuestro cutis se mantenga limpio y tenso.

No podemos olvidarnos que cada persona no solo gestiona este confinamiento de forma diferente sino que además cuenta con una piel diferente y como tal no necesita de los mismos cuidados, ni en terreno de belleza ni por supuesto en cuanto a alimentación. Por ello, la Dra. Mª José Martínez de la firma de cosmética natural Arganchela nos explica qué alimentos y que rutinas son idóneas para cada piel: sensible, seca o grasa. Toma nota y deja atrás tus preocupaciones.

Piel sensible

Consejos para cuidar una piel sensible

Este tipo de pieles, también llamadas reactivas, reaccionan de manera más inmediata que una piel normal en las mismas circunstancias: ¿cómo podemos cuidarla? Debemos utilizar productos de limpieza suaves, sin jabones alcalinizantes: es muy importante respetar el manto ácido de la piel. (Ten cuidado con la aguas muy duras y evita las lociones o los productos con alcohol, con colorantes artificiales y perfumes artificiales)

Ten en cuenta que la piel sensible es especialmente vulnerable al sol y a cualquier agente externo irritante, por lo tanto es fundamental mantener la piel nutrida e hidratada para garantizar su función “barrera”, utiliza una protección solar adecuada, todo esto te permitirá tener el correcto estado lipídico que garantizará esta hidratación y protección: los buenos aceites vegetales con triglicéridos y ácidos grasos te ayudarán a conseguirlo.

La nutrición por la noche con una crema o un aceite bien tolerado de alto valor nutritivo es fundamental par absorber los nutrientes durante el sueño. Utiliza también una mascarilla calmante y reparadora al menos una vez a la semana

Alimentación para una piel sensible

Una alimentación variada y equilibrada (evitando productos procesados) y un correcto descanso pueden ayudar a una piel sensible. Todos los alimentos que se puedan consumir de agricultura biológica van a incidir en una alimentación más limpia de productos químicos: ten en cuenta que estos químicos aumentan la hiperreactividad de la piel y del sistema immune.

Intenta incluir en tu dieta abundantes verduras y hortalizas rojas, amarillas, verdes u naranjas llenas de antioxidantes y carotenoides o provitamina A que es un gran protector de la piel. Tampoco debes olvidar los ácidos grasos y la vitamina E que puedes encontrar en los mejores aceites vegetales vírgenes; te irán muy bien también los omegas de los pescados y de los frutos oleaginosos como las almendras, nueces, piñones crudos…

Piel seca

Consejos para cuidar una piel seca

La piel seca pierde fácilmente su hidratación; necesitamos, por tanto, mantenerla hidratada en todo momento. ¿Cómo puedes conseguirlo? Usa una crema con activos altamente reparadores, componentes como el bambú y el nenúfar ayudan a remineralizar y tensar la piel, previniendo el descolgamiento y la flacidez.

Combina la hidratación con algún aceite que nutra y frene el desgaste y envejecimiento al que se someten las pieles secas. El aceite ayudará a reparar la barrera lipídica que permite guardar el agua en la piel. (Una buena recomendación es el Aceite de Belleza de la Reina de Arganchela)

Kevin Laminto para UnsplashUnsplash

Alimentación para pieles secas

Una alimentación variada, es muy importante no descuidar en la alimentación la presencia de grasas “buenas” como aceites vegetales vírgenes, por ejemplo, el de oliva.

¿Qué alimentos te convienen? Frutos oleaginosos crudos (nueces, sésamo, almendras…), alimentos ricos en vitaminas A y E, es el caso de aceites vegetales crudos (germen de trigo o el de girasol prensado en frío), huevos o frutos secos; vegetales verdes y naranjas, amarillos y rojos, como las zanahorias, pimientos, acelgas o las calabazas, así como alimentos ricos en omega 3 o en zinc.

Piel grasa

Este tipo de pieles presentan un aumento en la producción de sebo, unos poros más abiertos y un aspecto brillante, sobre todo en la zona central (entrecejo y nariz); suele ser una piel más gruesa. Además, en épocas de calor esta dilatación se hace más manifiesta. ¿Cómo mejorar su aspecto?

Consejos para cuidar una piel grasa

- La limpieza es muy importante para mantener el poro lo más permeable posible y que la secreción de grasa no se acumule, se enquiste y se infecte y para tener un terreno limpio que proteja de las infecciones. Debe ser profunda pero no agresiva, con una ligera exfoliación para conseguir el efecto deseado pero respetando el manto epicutáneo que protege del medioambiente y sin alterar el pH natural. (Y debe realizarse por la mañana y por la noche con productos ligeros que se aclaren con agua)

- La hidratación de la piel no tiene que ver con su producción de grasa, así que no descuides este aspecto. Utiliza hidratantes ligeros en formato gel o cremigel: si tienes una piel joven, preferiblemente por la noche y si tu piel es más madura, puedes introducir un protocolo de hidratación por la mañana y por la noche.

- Una exfoliación semanal es fundamental para eliminar las células muertas que obstruyen los poros y los hacen aparecer mas grandes y sucios. Una mascarilla adecuada es una ayuda fundamental de manera esporádica pero a la vez regular.

- No olvides proteger tu piel frente al sol y mucho ojo también si tu vida diaria expone tu piel a agentes meteorológicos como viento, frío o nieve (por ejemplo, si practicas deporte al aire libre o deportes de invierno).

Alimentación para pieles grasas

En la piel con tendencia acnéica es muy importante seguir una alimentación que garantice una buena salud intestinal. Evitar el exceso de grasas y azúcares, y de tóxicos como el alcohol y el tabaco, también te ayudará.

¿Qué alimentos me irán bien? Bebe agua o infusiones y tomar alimentos con ácidos grasos esenciales (como un buen aceite de oliva virgen en crudo o frutos oliaginosos como nueces, almendras…).También las verduras de hoja verde y frutas ricas en fibra y en vitamina C y E como el kiwi, el aguacate, la pera, las frambuesas, el plátano, las ciruelas, el mango… También son muy importantes los pescados azules.

Evita las grasas y los productos procesados (por ejemplo, el embutido) y también los azúcares, los lácteos, la bollería y la repostería.

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