Gastronomía
La Jefa: la cerveza canaria que da la vuelta a la historia
Esta marca tinerfeña de cerveza artesana dedica cada una de sus variedades a una mujer olvidada en su tiempo .
Decía Platón que aquel que inventó la cerveza era un hombre sabio: se equivocaba. En realidad era una mujer. Y es que hace ya más de siete mil años en Mesopotamia, eran las mujeres quienes se encargaron de mezclar los granos de cereal con hierbas y agua y descubrir un brebaje que fermentaba de manera espontánea y estaba bueno. Muchos siglos más tarde, en plena Edad Media, la abadesa Hilegarda de Bingen añadió a la mezcla el lúpulo, una flor amarga que permitía conservar esa cerveza durante mucho más tiempo.
En la actualidad, en las islas Canarias del año 2005, una ingeniera química llamada Asun Bosch terminó sus prácticas en la refinería de Tenerife y emigró a Manchester a buscarse la vida. Es ahí donde empieza a surgir su vocación por la cerveza casera y crea “La Jefa”. Más que la intención de tener tan solo una buena cerveza, La Jefa aprovecha para reivindicar un espacio a mujeres que la historia ha silenciado y ocultado y les da la oportunidad de ser Las Jefas que debieron ser. Por ello, cada uno de sus tipos de cerveza está dedicado a una mujer distinta.
Canarias siempre se ha caracterizado por ser una tierra en donde los vinos han tenido más peso pero desde hace unos cuantos años, las cervezas artesanales han ido ganando terreno dentro del panorama gastronómico. Las principales características de esta cerveza canaria es que es artesanal, ecológica, sostenible, respeta al medio ambiente, apoya el arte local y la producción, el embotellamiento y la distribución corre a cargo de la misma persona, en este caso el de Asun Bosch como maestra cervecera.
Esta cerveza artesana no usa ningún tipo de almidón ni de azúcar (así se puede subir el volumen de alcohol a un coste muy bajo pero a cambio produce dolor de cabeza) Tampoco inyectan el CO2 a la bebida sino que la levadura la genera de manera natural, por lo que no hincha el estómago. Además, con La Jefa estarás bebiendo levadura de cerveza desactivada, estupenda para el sistema digestivo.
Estas micro cervecerías como la de La Jefa han dado un salto de calidad a la oferta del mundo de la cerveza que ofrecen las macro industrias que todos conocemos, y ofrece otras variedades de cervezas apostando por una forma de elaboración que ya ha traspasado las fronteras insulares.
Y es que la gente prefiere pagar un poco más pero apostar por productos novedosos y de una calidad excelente. Nacida en abril del 2019 y con la pandemia del coronavirus por medio, La Jefa ha pasado de elaborar quinientos litros al mes (una mil quinientas botellas) a cuatro mil litros al mes (unas doce mil).
Y por si su novedosa presentación y sus sabores no fueran atractivos suficientes para el consumidor, cada una de sus bebidas nos narra, como si fuera un cuento, la historia de tres mujeres poderosas.
Sus cervezas
Helicoidal Happy Golden Ale (Rosalind) es una rubia suavecita de beber con aromas a campiña francesa: tiene lavanda, romero, tomillo…
Esta cerveza artesanal representa a Rosalind Franklin, quien descubrió la estructura de doble hélice del ADN (por eso lo de helicoidal) y cuyos compañeros de equipo le robaron el descubrimiento y se llevaron el Nobel sin nombrarla.
Feline Choconut Brown Ale (Olive) es una cerveza tostada con una receta típica del sur de Inglaterra pero con una mezcla de coco, cacao y vainilla macerada en whisky. La receta representa a Olive Morris, una activista jamaicana que vivió y trabajó en el sur de Inglaterra. Olive influenció de manera increíble a toda una generación de niños que sin su ayuda no hubiesen sido capaces de estudiar ni de llegar a nada. Olive murío perseguida y apaleada a los 26 años. Recientemente esos niños, hoy ya adultos, han recuperado su memoria convirtiéndola en una persona influyente.
Wireless American IPA (Hedy) es una cerveza de base americana en la que se ha elegido una variedad de lúpulos y maltas de manera que a la vista y al olfato da la sensación de ser una cerveza suave, dulce y fácil de beber. La sorpresa viene con el primer trago ya que es dura y muy amarga, como fue la vida de Hedy Lamarr, a quien su belleza y la situación política de la época le hizo vivir con pesadumbre, ya que fue un icono de Hollywood encerrada en papeles de mujer florero, y no pudo desarrollar su verdadera vocación, la de ser inventora. Gracias a ella tenemos WiFi, bluetooth y GPS. Sin embargo le robaron sus inventos y no se los reconocieron hasta que no fue demasiado tarde.
A la hora de maridarlas, una rubia suavecita como Rosalind va bien con casi cualquier tipo de picoteo, desde aceitunas, patatas fritas o un ceviche suave. Hedy al ser tan amarga acompaña mejor a platos más pesados como carnes rojas o pescados grasos tipo salmón, además de composiciones picantes. Olive, como lleva coco, cacao y vainilla es ideal para acompañarla de postres como una cheese cake o un brownie y también queda estupenda para hacer una tarta de chocolate.
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