Entrevista

Marta Sánchez: “Estoy orgullosa de haberme mantenido en pie”

Entre conciertos de su gira ‘Brillar’ y visitas a Latinoamérica, Marta Sánchez ha vuelto, más Martísima que nunca, con un concierto único en el Teatro de la Zarzuela, en el que su voz, acompañada de un piano, es la única protagonista.

Marta Sánchez
Marta SánchezManu Bermúdez

El teatro no es un espacio que le de miedo, aunque sea el de la Zarzuela. Es una plaza en la que ya ha toreado muchas veces y que le ha dado grandes alegrías. Estos días Marta Sánchez ha vuelto a ese espacio para estrenar ‘De cerca’, un espectáculo único al piano, en el que vuelve a demostrar que tiene una de las mejores voces de nuestro país. Un encuentro íntimo en el que repasa algunos de los temas que la han hecho feliz a lo largo de una carrera tan dilatada como exitosa. Con motivo de ese concierto, charlamos con ella sobre lo humano y lo divino, lo de antes y lo de ahora y de cómo se logra estar sobre el escenario durante tantas décadas sin dejarse el alma ni las cuerdas vocales en el intento.

En un momento en el que en la música todo se acompaña de luces y de auto-tune, tú eliges cantar solo acompañada por un piano. ¿Qué se encuentra el público en ‘De cerca’? Momentos. Y oírme de una forma que no se esperan. Además, La Zarzuela es una plaza que me encanta, porque de hecho fue el teatro en el que estrené hace cuatro años el primer piano y voz que hice y lo quería para estrenar el segundo, que he estado diez meses preparándolo y lo he producido musicalmente. Me he involucrado mucho y le he dado mil vueltas. Sigue la línea del primero, pero he cambiado los arreglos, hay canciones que he añadido, canto algunas que no son mías… pero básicamente es todo mi repertorio de temas destacados y versiones completamente diferentes.

¿Qué te ha llevado a querer hacer otra vez este formato tan íntimo? Yo no he dejado de hacer el otro estilo de conciertos. He estado compaginándolo con el tour ‘Brillar’, que es un formato visualmente más escandaloso, pero también me gusta. Es otro concepto. Este es mucho más íntimo, por eso lo he llamado ‘De cerca’, porque son recintos más reducidos, con menos aforo y es un ambiente de un público más apaciguado, donde la música te invita a escuchar con más atención. No es tanto de bailar, que también está muy bien, pero me siento muy cómoda en este formato.

Llevas diez meses trabajándolo. ¿Se vuelve uno más perfeccionista con el tiempo? Más selectivo, quizás. La perfección siempre es algo que yo he perseguido, aunque en algunos casos no lo haya conseguido. Pero soy bastante meticulosa. Cuando compongo algo siempre intentó que quede lo mejor posible. Aunque la perfección no exista, me propongo la meta de acercarme todo lo posible. Le dedico muchas horas, muchos ensayos y le doy muchas vueltas a las cosas.

También te arriesgas, porque no sé si habría muchos artistas actuales en España dispuestos a enfrentarse a un formato tan difícil. A ver, es verdad que impone mucho porque estás al desnudo. Hay un solo apoyo, que sí, es de uno de los más completos, que es el piano, pero no te proteges con absolutamente nada más que con un poco de reverb en la voz. Pero yo tengo un instrumento muy fuerte, que conozco desde hace tiempo y sé cuáles son mis virtudes y mis limitaciones, que existen, pero tengo también mi técnica. Entonces, en ese registro, juego con mis posibilidades.

Supongo que mantener y cuidar la voz es un trabajo de cada día. Yo creo que la cuido conociendo cómo utilizarla. Esa es la forma de no machacarla.

¿Y cómo se cuida una por dentro cuando está expuesta mediáticamente? ¿Se aleja de vez en cuando del mundanal ruido? Pues, la verdad es que no me gustan mucho las vacaciones. Hay un día que ya digo: “Hasta aquí hemos llegado” y me gusta estar en activo otra vez. Soy adicta al trabajo y a la actividad. Parece que pienso que no me merezco tantos días libres (risas). Me dice mi pareja que a ver si aprendo a vivir un poquito y a no ponerme tantos retos.

Muchas veces te ponen la etiqueta de icono o de diva, pero no sé cómo se siente una cuando escucha términos como estos en referencia a una misma. Me gusta mucho más icono. Diva tiene una connotación de creída. Y yo, nunca. Al revés. Mis amigas me dicen que me lo tengo que creer un poquito más, porque soy muy insegura. Pero la palabra icono habla más de algo que permanece. Y a mí lo que me gustaría es que mi labor en la música de estos 37 años por lo menos permanezca.

Se hace difícil asimilar que alguien que se sube a un gran escenario y que cantó frente a un batallón de soldados en 1990, en plena guerra del Golfo, sea insegura. Es que en aquella época era mucho más segura. Creo que la ambición y la juventud tienen mucho de inconsciencia. Entonces era una niña que estaba empezando a cumplir un sueño y tenía clarísimo que lo iba a conseguir. Y bueno, lo cierto es que he conseguido una carrera bastante decente.

Y muy dilatada en el tiempo, que quizá es lo más complicado. La verdad que en ese sentido me atribuyo mucho mérito.

¿Hay algo de lo que te sientas especialmente orgullosa? De tener el valor de ser ecléctica en lo que hago musicalmente. Le he echado bastante valor para hacer diferentes estilos. Y estoy orgullosa porque me he mantenido en pie a pesar de idas y venidas y de una industria que cada vez es un poco más cruel con la gente que tenemos cierta edad. Yo nunca me doy por vencida, aunque no haya apoyo radiofónico. Sigo activa y pienso seguir haciéndolo y promocionando a base de mucho trabajo.

¿Vivimos en una época en la que solo vale lo nuevo? A ver, hay ciclos y viene gente nueva. Sería muy injusto que los que cumplimos una edad fuéramos los protagonistas siempre, porque eso tampoco es. No es justo ni que los mayores se destierren ni que los jóvenes no tengan una oportunidad. Yo creo que hay sitio para todos los que tengan talento, ¿no?

Hablemos de gente con talento a la que admires. Pues mira, admiro la carrera de Rafael de Plácido Domingo. Me gusta muchísimo Elton John. También me encanta Coldplay y no hay que quitarle el mérito a Rosalía por todo lo que está consiguiendo. Es una niña con mucho talento y además ha sabido ocupar un lugar que no había ocupado ninguna española.

Salvando las distancias, tú marcaste un hito en tu época ¿te trae recuerdos ver lo que ha pasado con ella? ¿Encuentras algún punto en común? Bueno, podría decirse que tenemos algunas similitudes. Pero ella ha logrado el ‘crossover’ que yo no logré y para el que tampoco se dieron unas circunstancias. Yo lo conseguí en Latinoamérica, pero no en el mundo anglosajón. Eso lo logra muy poca gente.