Moda
Auricoolares el nuevo símbolo de estatus
Bella Hadid y Sarah Jessica Parker han convertido sus AirPods Max en el nuevo ‘it bag’. Descubre por qué los vas a querer incluso aunque odies escuchar música.
Comenzamos con una de esas afirmaciones que hacen que nos planteemos si el mundo se ha vuelto loco o si en realidad es que estamos ya algo mayores (obviemos la respuesta, ¿ok?): existen infinidad de vídeos de TikTok en los que sus usuarios preparan diferentes looks para que cada prenda y complemento combine con sus… ¡auriculares! El accesorio a tener en cuenta, el epicentro de cualquier outfit, no es ya un it-bag (que nos perdone el 2.55 de Chanel), sino unos buenos cascos. Del mismo modo que no nos molesta gastar mil euros en un teléfono ni renovarlo constantemente (“¡Es que el nuevo iPhone está disponible en amarillo!”), ahora ya tampoco escatimamos en gastos para dar con los headphones soñados, algo que ocurre gracias a los AirPods de Apple, que nos enseñaron a valorar la calidad del audio casi tanto (¿o más?) que la estética. Lo llamativo es que después de que se pusieran de moda modelos cada vez más pequeños destinados a llamar la atención, Kim Kardashian lanzó sus propias creaciones para Beats Fit Pro en las tonalidades que la empresaria ya ha hecho de alguna manera suyas, y Samsung tiene sus Galaxy Buds 2 en colores tan yummy como el lila. Por cierto, hablando de la firma Beats: no olvidemos que en 2014 se alió con Fendi para lanzar un exclusivo modelo que para sorpresa de nadie, costaba más de 1000 euros…
Los auriculares sin cables pasaron a ser el nuevo traje, porque mandaban el mensaje de que quien los lleva necesita estar constantemente atendiendo llamadas o incluso cancelando el ruido exterior para poder atender a sus profundísimos-y-complejísimos-pensamientos. Incluso Louis Vuitton, cuya primera incursión en el mundo de los auriculares inalámbricos data de 2019, cuenta ya con su tercera generación gracias a los Horizon Light Up, con los que la maison ha creado un objeto exclusivo que es también un producto de audio de alta gama. Sin embargo, ya sabemos que las tendencias cambian a velocidad pasmosa, y por eso ahora los favoritos son los AirPods Max, que se han convertido en los preferidos de celebridades como Bella Hadid y Sarah Jessica Parker, que han encontrado en estos cascos (629 euros) el nuevo accesorio con el que presumir de estatus. Ni bolsos, ni smoothies verdes: ahora la mejor forma de demostrar sapiencia, clase y estilo es tener unos auriculares top de tamaños hiperbólicos que, al fin y al cabo, no son más que un nuevo guiño a la estética Y2K. El motivo por el que estos inmensos cascos (que los adinerados personajes de Succession llevan, prueba inequívoca de su poder) son un status symbol es que han seguido la habitual táctica de Apple, que ha hecho del ‘memecentrismo’ su aliado. Las marcas saben que la viralidad y los memes pueden funcionar a su favor si se manejan de forma adecuada, y del mismo modo que cuando salieron los AirPods inalámbricos hubo cantidad de bromas en las redes sobre su precio (como el tuit que dijo que las dos personas más ricas del mundo son los que usan AirPods, Jeff Bezos y Bill Gates) para terminar por ser comprados por celebridades y por anónimos (¿nunca te planteas cómo es posible que tu amigo se queje de no llegar a final de mes pero siempre tiene el último smartphone y los mejores cascos?), ahora son el accesorio que las celebridades más estilosas tienen. En TikTok hay cantidad de vídeos de unboxing de los Airpods Max, e incluso Bella Hadid ha subido a sus redes un vídeo en el que canta el tema de Ice Spice Bikini Bottom mientras lleva los suyos. De hecho, ahora se vinculan tanto con la modelo que incluso una usuaria que se grabó abriendo su caja de Airpods Max acompañó el unboxing con una pregunta: “¿Acaso ahora soy Bella Hadid?”. Sí, los cascos se asocian con ella, y los internautas vinculan este complemento tecnológico ya no con los techies, sino con las fashionistas. Mientras que quienes anteponen la vertiente tecnológica a la estética alaban o critican estos cascos en sus cuentas, en las que se preguntan si realmente vale la pena pagar 600 euros por unos cascos, en otras estos funcionan como un accesorio más, y teniendo en cuenta los precios que pueden alcanzar los bolsos de moda, pagar cientos de euros parece menos doloroso… ¿No?
Las marcas son conscientes de que ya no es sólo la tecnología la que manda, y por eso lanzan constantemente colaboraciones con firmas de moda e incluso presumen de que la estética está en el core de sus diseños, como ocurre con Bang&Olufsen, que asegura que sus cascos destacan no únicamente por su innovación tecnológica, sino por combinar con maestría tecnología y diseño. También saben que al ser la moda cíclica, tras el bum de los cascos XS el siguiente paso era el éxito de los diseños XL, y quienes lideran las tendencias se aseguran de llevar antes que nadie modelos antagónicos a la norma. Sin ir más lejos, cuando todo el mundo lucía diseños minúsculos e inalámbricos, Bella Hadid fue fotografiada con cascos cableados, una forma de diferenciarse de la norma, y por eso después fue una de las primeras en decantarse por el tipo de diseño inmenso que ahora triunfa.
Si hablamos de los cascos como del nuevo elemento que funciona como un símbolo de estatus es porque con tan sólo verlos, sabemos que quien los lleva ha invertido una buena cantidad de dinero en ellos, y la clave del diseño de Apple es que no necesita tan siquiera de logos ni aplicaciones para diferenciarse del resto. Ha logrado pasar de ser un tesoro para los insiders de la industria musical a un objeto de deseo, y la fórmula ha sido puesta en marcha después por Master & Dynamic desde un prisma aún más fashionista, pues se ha dirigido siempre al consumidor de moda. Su estética está centrada en agradar a los amantes de tendencias. Los cascos fashionistas se han convertido en ese libro de culto del que presumes en el metro o en esas deportivas de marca admiradas por los fashion insiders. Por supuesto, las marcas de moda también han sabido aprovechar la fiebre musical al lanzar productos deluxe destinados a capturar la atención de amantes de la moda a los que no les importa pagar sumas astronómicas con tal de tener un objeto de coleccionista. Ese fue el caso del diseño que lanzó hace años Dolce & Gabbana junto a Freds, unos cascos joya que rondaban los 9000 euros y que tras ser lucidos por Rihanna en un selfie, se agotaron. ¿A que ahora los de Apple te parecen relativamente asequibles? La firma italiana sabe que el poder de los cascos es tal que en su web recomienda que para hacerte la foto perfecta tengas siempre a mano “bolsos, auriculares de princesa, gafas de sol y por supuesto, comida”. En definitiva, no te olvides del poder de los ‘auricoolares’.
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