Bótox para el entrecejo de Pablo Iglesias

No todo está perdido: Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias tienen todavía una posibilidad de rascar algunos votos.

¿Qué recuerda del «debate decisivo» del pasado lunes? Seguramente será más una imagen que un mensaje: los movimientos de Rivera, el color de los labios de Sáenz de Santamaría o la coleta despeinada de Iglesias. Somos una sociedad donde la primera impresión siempre se tiene en cuenta y pese a que la clase política todavía es ampliamente reacia a reconocerlo, poco a poco va entendiendo que es fundamental. Y es que la seriedad del buen gobierno no está reñida con cuidarse un poco.

Aprovechamos la excusa de la campaña electoral, el sanctasanctórum del control de la imagen, para examinar con Carmen Montalbán, directora de la clínica que lleva su nombre y una de las mejores manos de Madrid, por la que pasan gran parte de los actores de nuestro país, la imagen de los candidatos a ocupar La Moncloa: «Desde siempre las personas nos han entrado por los ojos. Primero va lo visual y luego el oído», afirma respaldando la teoría de que el cuidado de la piel debería formar parte del manual del candidato perfecto.

«Los políticos españoles deberían fijarse más en los americanos», continúa. «Se cuidan muchísimo más, son muy conscientes de que siempre están expuestos a los medios y eso se nota». Porque esto es una carrera de fondo. Así se evitarían problemas como el impacto que produce ver maquillado para un programa o debate a un político al que estamos habituados a ver con la cara lavada: «Si se cuidaran no se les notaría tanto», asegura nuestra experta. «Si la piel estuviera con su PH correcto, se vería hidratada. Cuando está seca y no cuidada, como el caso de los políticos, el maquillaje se cuartea y queda artificial. En un político vende tanto su imagen como su discurso».

Y, en esto, el alumno más aplicado es Albert Rivera: «Siempre lleva un aspecto impecable, limpio y moderno. Es joven y va perfecto». Aunque también tiene sus fallos.

Mariano Rajoy: barba recortada

Por comparación, el mayor problema del presidente del Gobierno es su edad: le saca 17 años a su rival más maduro, Pedro Sánchez. Pero no todo está perdido: «Debería hacer ejercicios con la mandíbula para ser más expresivo y sonreír más», afirma Carmen Montalbán. «También tiene que retocarse la barba y usar crema hidratante con protección solar para evitar los choques térmicos que agreden mucho a las pieles descuidadas».

Pedro Sánchez, pequeñas cicatrices

El líder del PSOE es uno de los políticos que proyecta una mejor imagen y eso seduce al votante. Sin embargo, debería atender una serie de consejos. «Es un hombre muy atractivo, pero se nota que en su día tuvo problemas de acné que no trató correctamente y le han quedado pequeñas cicatrices», comenta Montalbán. «Unos toques de maquillaje muy sutiles o una crema hidratante con color se las disimularían».