Corbyn, su mujer mexicana no paga el salario mínimo

Desde su elección el pasado sábado, ya ha sido bautizado como el Pablo Iglesias británico. Su currículum sentimental es casi tan interesante como el político.

¿Y quién es ella? La pregunta es inevitable cuando un nuevo político entra en escena. Pero en el caso del nuevo líder del laborismo británico, Jeremy Corbyn, hay que hacerla en plural. Son muchas las féminas con las que ha compartido su vida. Desde su elección el pasado sábado, el veterano diputado tiene completamente dividido al partido. Pero si su vida laboral es intensa, no menos ajetreada es su vida personal. A sus 66 años, el activista está casado con la mexicana Laura Álvarez, de 46. Aunque en la escasa semana que lleva al frente de la oposición se le han abierto más frentes. Su primera esposa, Jane Chapman, está aireando los detalles más íntimos de su convivencia. La segunda, Claudia Brachitta, permanece callada, a pesar de que también ha trascendido el motivo de su divorcio.

En definitiva, que el nuevo enemigo de las medidas de austeridad ha sido y es todo un «sex symbol». Pero si con una mujer en el candelero y dos ex revoloteando por los tabloides no fuera poco, aún hay otra vuelta de tuerca. Corbyn también tuvo un affaire con Diane Abbott, a la que acaba de nombrar responsable de Desarrollo Internacional. Y esta historia de amor sí que le ha causado problemas en su liderazgo, ya que sus propias filas le han criticado por no intervenir el jueves cuando Abbott –quien en 1987 se convirtió en la primera mujer negra en ser elegida diputada– atacó verbalmente a otra colega que cuestionó el compromiso de Corbyn con la igualdad sexual. ¿Alguien da más?

Su vida sentimental

La cronológica es la única manera de establecer un poco de orden en la vida sentimental del Pablo Iglesias británico. El líder laborista conoció a su primer gran amor, Jane Chapman, durante la campaña electoral de 1974. Tras un romance relámpago, se casaron en el club privado al que pertenecía el padre de la novia. Ella tenía 24 años y él 25, pero en vez de salir a cenar los sábados como una pareja de su edad, Corbyn ya estaba absorto con el trabajo. «Los dos fuimos elegidos para el ayuntamiento en 1974. La política se convirtió en nuestra vida. Él estaba fuera casi todas las noches, porque cuando no estábamos en reuniones se iba a la sede del partido para hacer fotocopias. En aquellos días, no se podía imprimir porque no había ordenadores», recuerda. Chapman, convertida hoy en profesora en la Lincoln University, dice que se casó con Corbyn por su «honestidad» y «principios», pero su intensa dedicación a la política «fue demasiado». En 1979, el año que Margaret Thatcher fue elegida como premier, el matrimonio se acabó. «No salíamos por la noche, ni siquiera íbamos al cine. Yo necesitaba otra vida», señala. Durante los trámites de separación, se cruzó en su vida Diane Abbott. Fue un breve romance, pero desde entonces son grandes amigos.

A finales de los 80, otra campaña contra Pinochet le hizo conocer a su segunda esposa. Claudia Brachitta era una exiliada chilena. La pareja se casó en 1987 y tuvo tres hijos, pero se divorció en 1999. Según la prensa, las diferencias con respecto a la educación y los colegios fueron irreconciliables. «Él era primero político y después padre», ha dicho su ex en una de sus pocas declaraciones. El laborista se casó por tercera vez hace dos años con su actual mujer, la mexicana Laura Álvarez, a la que saca veinte años. Álvarez siempre ha permanecido en un discretísimo segundo plano. Es más, el pasado sábado, cuando Corbyn fue elegido líder del partido por una aplastante victoria en primera ronda, ella estaba sentada detrás y ni siquiera se dieron un abrazo o protagonizaron ningún guiño. El «Daily Mail» le acusa de pagar menos del salario mínimo a los agricultores que cultivan el café que ella vende. Durante los últimos dos años, Laura ha sido directora de Mexica Products Ltd, valorada en más de 600.000 libras. Su página web asegura que es «verdadero café artesanal mexicano hecho con pasión y dedicación por parte de las cooperativas y pequeños productores familiares». Sin embargo, según «Daily Mail», el panorama en Chiapas es muy distinto, ya que las condiciones de los trabajadores son deplorables y el salario ni siquiera llega al mínimo estipulado en México. En definitiva, Corbyn va a dar de qué hablar. Sus amores también protagonizarán páginas y páginas en la prensa.