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El look impecable de Carmen Thyssen junto a su madre en Barcelona: así es su apuesta más elegante y discreta
La hija de la baronesa acierta con un estilismo sobrio y actual en el acto celebrado en el futuro Museo Carmen Thyssen
Barcelona vivió una jornada marcada por el arte, la creatividad y también por la elegancia silenciosa de Carmen Thyssen, hija de la baronesa. La joven, que a sus 19 años combina estudios de ADE y Relaciones Internacionales con una presencia cada vez más sólida en actos culturales, asistió junto a su madre a un evento celebrado en el antiguo Cine Comedia, espacio que se convertirá en el futuro Museo Carmen Thyssen de la ciudad. Una cita relevante para el legado familiar en la que Carmen destacó por un look depurado, sobrio y perfectamente equilibrado.
Un estilismo que mezcla juventud y formalidad
A diferencia de otras apariciones más festivas, Carmen optó por una propuesta que define a la nueva generación de la élite cultural: prendas básicas, cortes limpios y una elegancia muy “effortless”. Su look se compone de una blazer negra de estructura recta, combinada con una camisa blanca clásica, dos piezas que juntas construyen un uniforme atemporal.
El contraste llega con los vaqueros rectos en un azul medio, una elección que aporta frescura y modernidad sin restar formalidad al conjunto. Esta mezcla entre lo académico y lo contemporáneo refleja muy bien su estilo personal: joven, cómodo, pero siempre adecuado a la ocasión. A sus pies, unos salones negros de punta redonda, que estilizan la figura sin excesos y aportan el toque final de sobriedad.
El bolso negro, la clave del look
Uno de los elementos más interesantes del estilismo es el bolso negro de mano, compacto y sin grandes ornamentos. La forma en la que lo sujeta —con ambas manos, de manera muy clásica— potencia ese aire de elegancia tradicional que recuerda a los códigos de estilo de su madre, aunque reinterpretado desde una mirada más actual.
Carmen eligió llevar su melena larga suelta, lisa y con raya al medio, un peinado que encaja con la naturalidad del look y que equilibra la sobriedad de la blazer. El maquillaje, prácticamente imperceptible, se inclina por una piel fresca, labios naturales y ojos ligeramente definidos. Un beauty look que confirma que no necesita artificios para destacar.
Un acto simbólico para madre e hija
Durante el evento, ambas participaron en una dinámica emocional: firmar la pared del futuro museo, gesto que simboliza el inicio de una nueva etapa para la institución. Las imágenes muestran a madre e hija juntas, compartiendo una jornada de cultura, memoria y futuro. La baronesa apostó por un look monocromático en tonos crema, mientras Carmen se mantuvo en la gama más clásica del blanco y negro.
La unión de ambas ante los focos transmite continuidad, legado y una nueva generación preparada para asumir con naturalidad la proyección pública de su apellido.
Carmen Thyssen demuestra una vez más que su estilo avanza hacia una elegancia discreta pero firme, donde las prendas atemporales conviven con guiños juveniles. Una estética que encaja a la perfección con el contexto cultural que representa y que, sin duda, veremos evolucionar en los próximos años.