Los looks de la Infanta Elena y Victoria Federica en Las Ventas: elegancia clásica vs boho chic

La Infanta Elena y Victoria Federica, dos estilos que se reencuentran con la tradición en la corrida de la Beneficencia. Con un cartel de lujo, había máxima expectación por el regreso de Morante de la Puebla la Monumental de Madrid tras su reciente faenón. Borja Jiménez y Fernando Adrián compartieron cartel Junto al astro sevillano. Los tres diestros lidiaron toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq. Y madre e hija, como buenas amantes de la fiets española, no se la han querido perder.

La corrida de la Beneficencia volvió a reunir este fin de semana en Las Ventas a numerosas figuras del panorama social español. Entre ellas, destacaron como es habitual la Infanta Elena y su hija, Victoria Federica, dos apasionadas de la tauromaquia que, una vez más, demostraron su personalidad a través de sus looks.

Los looks de madre e hija en una calurosa tarde de toros

La Infanta Elena apostó por un estilismo clásico y atemporal, muy en su línea: americana blanca, sombrero panamá y un broche floral de gran tamaño en la solapa, que aportaba un guiño folclórico muy acertado. Bajo la chaqueta, lucía una blusa de estampado étnico en tonos cálidos, que completaba un conjunto discreto pero lleno de matices, ideal para una cita taurina de tanta tradición.

Por su parte, Victoria Federica sorprendió con un top marrón estilo boho con escote halter y grandes botones metálicos. Una prenda muy original que encaja a la perfección con su estilo relajado y personal, que ha combinado con pantalones blancos. Lo combinó con pantalón claro, melena suelta y un maquillaje muy natural, y bronceado, como le gusta a ella.

En su anterior aparición juntas en Las Ventas, madre e hija lucieron conjuntos más formales: Elena con blazer cruzada y pantalón recto, y Victoria con falda larga y blusa estampada. En cambio, esta vez han apostado por un vestuario más ligero y fresco, adaptado al calor de junio y al carácter especial de la corrida de la Beneficencia.

Con sus respectivas elecciones, ambas vuelven a demostrar que saben cómo interpretar el código taurino desde dos generaciones y visiones muy distintas, pero con un mismo hilo conductor: la elegancia sin estridencias.