Estilo propio

Lo que nadie te cuenta sobre el estilo personal (y por qué importa más que la moda)

Tener estilo va más allá de seguir tendencias. Hablamos de seguridad, coherencia y saber elegir lo que de verdad te representa

Mujer con camisa blanca y pantalón beige posando con un bolso de rafia, en un entorno natural, con un look atemporal y relajado.
Lo que nadie te cuenta sobre el estilo personal (y por qué importa más que la moda)Freepik

En un mundo en el que las tendencias cambian cada semana, es fácil caer en la trampa de pensar que vestir bien significa ir a la última. Pero no. Tener estilo y seguir la moda no son lo mismo. Y entender esa diferencia puede cambiar por completo tu manera de vestirte… y de sentirte.

Moda: lo que se lleva hoy (y tal vez no mañana)

La moda es cíclica, veloz, cambiante. Cada temporada trae nuevos colores, cortes, estampados. Y sí, puede ser divertida, inspiradora y una forma de expresarte. Pero también puede ser agotadora si sientes que tienes que estar constantemente actualizándote para “estar bien vestida”.

Las modas van y vienen. Lo que hoy parece imprescindible, mañana puede estar totalmente olvidado. Y si basas todo tu armario en lo que está en tendencia, es muy probable que termines con prendas que no usas, que no te representan y que no sabes cómo combinar.

Estilo: lo que habla de ti, incluso sin palabras

Hay personas que visten con sencillez y, aun así, no puedes dejar de mirarlas. No es por lo que llevan, sino por cómo lo llevan. Es saber qué te favorece, qué te gusta, con qué te sientes tú. Es ese algo que hace que alguien, con ropa sencilla, llame la atención por cómo la lleva, no por lo que lleva.

Y lo mejor es que no necesitas un presupuesto enorme ni un vestidor infinito. El estilo no depende de la cantidad, sino de la claridad: saber elegir lo que funciona contigo y construir a partir de ahí.

A veces un vestido simple dice más que cualquier tendencia.
A veces un vestido simple dice más que cualquier tendencia.Freepik

¿Cómo se encuentra el estilo personal?

La realidad es que no hay una fórmula mágica. Pero sí algunas pistas que ayudan a empezar:

  • Observa tu armario real. ¿Qué usas una y otra vez sin cansarte? Esas prendas suelen tener en común colores, cortes o tejidos que te hacen sentir cómoda. Ahí está la base de tu estilo.
  • Guarda referencias. Crea una carpeta con looks que te inspiren. No para copiarlos tal cual, sino para entender qué te atrae: ¿líneas limpias?, ¿mezcla de texturas?, ¿toques de color?, ¿ropa relajada?
  • Haz limpieza consciente. Si algo lleva un año sin salir del cajón, probablemente no conecta contigo. Quedarte solo con lo que te gusta es el primer paso para afinar tu estilo.
  • Juega con lo que ya tienes. A veces no necesitas más ropa, solo una forma nueva de combinarla. Los complementos cuentan más de lo que parece: un cinturón diferente, un cambio de calzado, un bolso especial, unos pendientes distintos, un pañuelo bien colocado o unas gafas de sol con personalidad pueden darle otro aire a cualquier conjunto.
  • Escucha tu intuición. Si algo te incomoda, te aprieta o sientes que “no eres tú”, déjalo ir. Cuando algo no encaja contigo, se nota. Y no vale la pena forzarlo.

Lo importante: que te sientas tú

El estilo no es algo estático. Al igual que tú, tu forma de vestir también evoluciona. Cambia con el tiempo, con tu vida, con tus momentos. Y eso está bien. Lo importante es que seas tú quien decide qué ponerse, qué es lo que de verdad te gusta y no lo que dicta la tendencia de turno.

Así que la próxima vez que veas una moda que no termina de convencerte, recuerda esto: no hace falta subirse a todas las olas. A veces, lo más elegante es saber decir “esto no va conmigo”. Porque al final, tener estilo no es seguir las reglas. Es escribir las tuyas.