Política

Andalucía

Así se contrata en Andalucía: 1,7 millones de trabajos inestables de menos de un mes

Los contratos temporales firmados este año suponen 4,3 millones frente a los 245.000 indefinidos

La precariedad de los contratos y la alta rotación influye negativamente en los accidentes laborales
La precariedad de los contratos y la alta rotación influye negativamente en los accidentes laboraleslarazon

Contratos de trabajo que no llegan al mes son los que más se ofertan en Andalucía (1,7 millones), junto a los contratos por obras de duración indeterminada, que permiten cesar al trabajador en cualquier momento sin compensación alguna (suman otros 1,8 millones).

Contratos de trabajo que no llegan al mes son los que más se ofertan en Andalucía (1,7 millones), junto a los contratos por obras de duración indeterminada, que permiten cesar al trabajador en cualquier momento sin compensación alguna (suman otros 1,8 millones). La precariedad laboral se palpa al comprobar que un millón de esos trabajos duraba apenas una semana, según CC OO, personas que abandonan el paro unos días para volver enseguida a unirse a los casi novecientos mil desempleados que todavía hay en la comunidad. Los jóvenes menores de 35 años son los principales perjudicados, asumiendo la mitad de esos contratos y la desprotección que conllevan. Esa alta rotación de empleos tiene además una consecuencia en la seguridad laboral: el año pasado, en una de cada cuatro muertes en el tajo, el trabajador llevaba menos de un mes en la empresa.

Los contratos totales formalizados este año suman 4,6 millones y solo 245.400 fueron indefinidos –la mitad por conversión de temporales–, según recoge el Servicio de Público de Empleo Estatal (SEPE) en su balance mensual. Málaga y Sevilla absorben el 40 de los empleos generados en toda la comunidad. Los temporales de duración inestable son la fórmula más utilizada, con 4,3 millones de contratos firmados muy distintos, desde los que duran unos días a otros sin límite temporal. En teoría, este último solo podría extenderse a tres años y el empleado pasaría a ser indefinido, algo que no siempre se produce. De hecho, el encadenamiento de contratos es uno de los artificios que usan las empresas y, sobre todo, las administraciones públicas, para mantener a trabajadores de forma temporal durante años sin consolidar sus puestos.

Los contratos indefinidos iniciales suman 121.800, solo la mitad son contrataciones a jornada completa. El resto, se divide entre fijos discontinuos –trabajan solo unos meses cada año–, con 25.400 contratos, y jornada reducida (36.700). Las mujeres quedan relegadas en este ámbito, que siguen eligiendo a hombres para los empleos más estables (39.300 frente a 20.300 mujeres contratadas). La línea de contratos indefinidos bonificados no ha tenido una gran repercusión: 12.425, la mitad en Málaga y Sevilla. La franja de edad más favorecida son los mayores de 45 años, con 5.302 contrataciones. Este colectivo es el más afectado por el paro de larga duración, ya que tres de cada cuatro desempleados que suman más de dos años sin trabajar han superado esa edad. El Plan de Garantía Juvenil ha servido para que encuentren trabajo 4.742 jóvenes, cifra escueta teniendo en cuenta que el paro golpea a casi la mitad de los menores de treinta que quieren trabajar. Las bonificaciones en ambos casos suponen 6.000 euros para contribuir a los gastos de la Seguridad Social, siempre que el contrato se mantenga durante al menos un año. Transcurrido ese tiempo, puede extinguirse sin perder la ayuda recibida.

El análisis apunta que la mayor parte corresponde a personas con discapacidad (3.376), debido a que sufren mayores dificultades para incorporarse a la vida laboral, más allá de los centros especiales de empleo específicos. Tanto los jóvenes como los mayores de 45 años suelen ser contratados en empresas con más de 50 trabajadores (5.300).

En prácticas con más de 45 años

El desglose sobre las contrataciones refleja que se han realizado hasta noviembre 15.000 contratos en prácticas y 12.300 de formación. Las prácticas atañen principalmente a jóvenes, pero llama la atención que más de un centenar de contrataciones de este tipo sean de mayores de 45 años. Estas prácticas suelen durar un año de media, pero pueden extenderse hasta dos. En el caso de los jóvenes, empresas y autónomos disponen de un descuento del 50% en las cuotas de la Seguridad Social. CCOO ha alertado sobre los fraudes de este tipo de contrataciones, cuando se trata en realidad de una contratación encubierta de personal que ocupa un puesto de trabajo. En cuanto a los contratos de formación, lo más habitual es que se extiendan entre seis meses y un año y se hagan a menores de 30 años. En el caso de las mujeres, sin embargo, es llamativo que las mayores de 45 años dupliquen a los hombres que trabajan con este tipo de contratos.