Andalucía
Cs no pactará con Díaz y la aboca a echarse en brazos de Podemos e IU
«Cuarenta años de lo mismo es mucho tiempo», dice Marín, que ha sostenido al PSOE esta legislatura
«Cuarenta años de lo mismo es mucho tiempo», dice Marín, que ha sostenido al PSOE esta legislatura
«Me comprometo a que los votos de Cs no van a servir para que la señora Susana Díaz sea presidenta y el Partido Socialista gobierne Andalucía el 2 de diciembre». Con la magnanimidad de Catón cuando colocó el higo fresco sobre una de las mesas del Senado, demostrando así lo cerca que estaba Cartago de Roma, el líder del partido naranja en Andalucía, Juan Marín, con la Torre del Oro de fondo, movió ficha, respondiendo –aunque la convocatoria del acto era previa– a la imagen con la que se desayunó España del pacto entre PSOE y Podemos para los Presupuestos de 2019. La formación que ha sostenido al PSOE en la Junta esta X Legislatura –«Elegimos ser útiles», señaló ayer mismo Girauta– cambia el paso y deja a Susana Díaz, en base a la victoria en minoría que le dan las encuestas, sola en un baile de dobles parejas en el que, de entrada, Cs se coloca más cerca del PP, como único partido al que no ha descartado para gobernar. Así las cosas, Díaz se ve abocada a lograr una mayoría absoluta o echarse en brazos de la coalición de Adelante Andalucía (Podemos e IU), con cuyos líderes la animadversión es notoria y recíproca.
Las palabras de Marín, en cualquier caso, acogiéndose a la literalidad, hay que ponerlas en doble cuarentena: por estar en campaña –habló del 2 de diciembre, a partir del 3 no concretó su postura– y porque en 2015 ya aseguró que «pactar con el PSOE es traicionar la ilusión de la gente». A los 80 días de los comicios, Cs hacía presidenta a Díaz, igual que la formación de Albert Rivera aseguró que no apoyaría a Rajoy en la campaña de 2016 y también lo hizo presidente. Lo que sí hace Cs con rotundidad es recoger el guante que le tiró Pablo Casado, invitando a comprometerse ante notario sobre su rechazo a pactar con el PSOE-A.
Marín criticó que Susana Díaz «se ha quedado sin patrimonio porque ha incumplido su palabra». «De esto no hablamos», señaló Marín que dijeron el PSOE y Díaz al tratar el tema «de los aforamientos o la ley electoral». «Andalucía no es de Susana Díaz ni del PSOE, es de 9 millones de andaluces», dijo Marín, que habló del 2D como «una oportunidad» y de la convocatoria de los comicios «para evitar el invierno judicial». La formación naranja también criticó al PP, que «se ha dedicado a coleccionar premios de consolación y ponerlos en sus vitrinas» «Juanma Moreno está preocupado por que Cs le haga presidente, pero quien le tiene que hacer presidente son los andaluces», apuntó. En esta tesitura, la batalla por el liderazgo de la oposición y del centro-derecha en Andalucía puede suponer la misma llave de San Telmo. «Sabemos lo que hemos conseguido para esta tierra con 9 escaños. ¿Qué podemos hacer si ganamos?», cuestionó. «Cuarenta años de lo mismo es mucho tiempo. Y siguen tapando cuestiones: los ERE, Faffe, las tarjetas en clubs de alterne».
Susana Díaz rechazó las «amenazas» de Marín, «quien cada día dice una cosa diferente». «Si de lo que pueden hablar exclusivamente es de amenazas, de irse al notario y de bloqueo, la gente está harta de eso porque lo que quiere es que le expliquemos cómo van a vivir mejor», apuntó. Antes del anuncio de Marín, Juanma Moreno, en «Espejo Público», auguró un «castigo» para Cs por pactar con el PSOE-A y señaló que están «condenados» a entenderse con el PP-A. Después de la revelación de Marín, los populares le instaron a firmarlo ante notario. Por su parte, Teresa Rodríguez destacó las diferencias entre el acuerdo para los Presupuestos firmado por el PSOE con Podemos y el alcanzado en Andalucía entre los socialistas con Cs. Paradójicamente, ambos acuerdos los negoció la misma persona por parte del PSOE: María Jesús Montero. «Que no gobiernen las derechas», pidió Rodríguez.
Como publicó este diario, las encuestas que manejan los partidos (Cs, por cierto, carece de ellas), dan a Susana Díaz tres diputados menos pero suficientes para optar a amarrar las cuatro décadas de poder del PSOE. Se da por hecho que la formación naranja, mientras sube su apuesta, crecerá pero se desconoce si lo suficiente para el «sorpasso» ante el PP. De aquí al 2D la máxima de que «los votos de Cs no harán presidenta a Susana Díaz» pasa a ser el «Carthago delenda est» de Juan Marín.
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