Libros

El bolondrón

“El SAS, motejado por Díaz como «la joya de la corona», merece la referencia fílmica de Martes y 13 y 'El robobo de la jojoya'”

El SAS, motejado por Díaz como «la joya de la corona», merece la referencia fílmica de Martes y 13 y 'El robobo de la jojoya'»

Que dice Elías Bendodo que le ha dicho Jesús Aguirre que el anterior Gobierno autonómico mantenía en el limbo a más de medio millón de pacientes que esperaban y desesperaban, pero sin figurar en ninguna lista de espera ni de desesperación, porque lo importante en la política (la de aquí y la de todas las latitudes) son las apariencias. «Lista de espera», justamente, es el título de una película cubana que desmenuza con amargo humor –no en el sistema sanitario sino en una estación de autobuses, aunque da igual– la ceguera de la burocracia tercermundista y kafkiana del castrismo, ese régimen que se proclama tan socialista como el que hemos padecido aquí durante 40 años y allí ya supera los 60. El Servicio Andaluz de Salud, motejado por Susana Díaz como «la joya de la corona» merece otra referencia cinematográfica más de andar por casa, dirigida por Álvaro Sáenz de Heredia e interpretada por el dúo cómico Martes y Trece, que alude a la principal afición de una parte significativa del PSOE-A: «El robobo de la jojoya», aunque éstas son otras gaitas. Que dice Elías Bendodo que le ha dicho Jesús Aguirre que «506.408 personas no están contabilizadas en las estadísticas oficiales» de quienes necesitan ser operados o que les pase consulta un especialista, o sea, y que digo yo: si a alguien con dos dedos de frente le extraña que una administración autonómica que ha prostituido a las instituciones, literalmente a alguna, hasta la náusea hiciera birlibirloque con los números para negar su inepcia. Porque detrás de la propaganda practicada por la radiotelevisión y el resto del periodismo adepto a la causa, se oculta la cruda de realidad de unos hospitales desbordados y unos profesionales infravalorados que mitigan con heroísmo las deficiencias creadas por políticas zarrapastrosas.