Los resultados electorales de las municipales y autonómicas, donde los socialistas lograron aumentar su número de alcaldes, se verá reflejado también en el protagonismo que el partido del puño y la rosa en la Comunidad ganará durante esta legislatura en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el órgano que dirige el destino de los pueblos, ciudades y provincias de toda España.

Y es que el nombramiento del alcalde de Soria, Carlos Martínez, como miembro de la Ejecutiva, y la entrada de los regidores de Valladolid, Óscar Puente, y Miranda de Ebro, Aitana Hernando, en el Consejo Territorial, hace que el partido del puño y la rosa en la Comunidad haya ganado peso en la FEMP, que este fin de semana celebra en Madrid su Asamblea General en la que previsiblemente se elegirá como presidente a Abel Caballero, alcalde de Vigo.

Martínez, que se reunía ayer en Valladolid con el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, defendía una FEMP fuerte y cohesionada, «pero que no sea sólo una herramienta del Gobierno para atacar a los pequeños municipios, a los más débiles». Por este motivo, el primer edil soriano, único alcalde de capital de provincia que obtuvo la mayoría absoluta en España y que repite en la Ejecutiva de la FEMP, aseguraba que los más importante es que cada municipio mantenga su autonomía «porque nadie mejor que los propios ayuntamientos saben sus necesidades»

De la misma forma, Tudanca reclamaba una Federación de Municipios y Provincias «activa», y que, sobre todo, «defienda los intereses de los ciudadanos y no se pliegue a los del Gobierno». Algo que, en su opinión, es lo que ha ocurrido en la pasada legislatura. Ambos dirigentes coincidían en señalar en que los principales objetivos para esta nueva etapa de la FEMP pasan, en primer lugar, por derogar la reforma local, y posteiormente por ajustar el mapa de competencias y obligar a las autonomías a financiar la cobertura de la protección social que prestan los municipios.

Igualmente, ambos apuntaban también como prioridad poder contar con una ley de financiación adecuada ligada a la ley de bases y trabajar por el desarrollo rural, una cuestión que en su opinión es de relevancia en Castilla y León por los problemas de envejecimiento, dispersión geográfica y prestación de servicios que tiene. «Queremos alzar la voz del cambio», decía Carlos Martínez, quien reivindicaba asimismo a la FEMP como el interlocutor válido de los municipios y provincias a la hora de dar soluciones a cuestiones como la llegada de refugiados.