Valladolid

Luis Argüello recuerda que marcar la casilla de la Iglesia y la social no divide aportaciones

El obispo auxiliar de Valladolid hace un llamamiento a la solidaridad y agradece la generosidad de los contribuyentes

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, presenta la campaña de la renta de este año, en compañía de l ecónomo de la Diócesis, José María Conde
El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, presenta la campaña de la renta de este año, en compañía de l ecónomo de la Diócesis, José María Condelarazon

«Marcar las «X» en las casillas de la Iglesia y de fines sociales en la declaración de la Rente no supone pagar más o menos a Hacienda ni tampoco divide aportaciones». Lo recordaba ayer el obispo auxiliar de la Diócesis de Valladolid, Luis Argüello, quien llamaba a los contribuyentes vallisoletanos a la solidaridad y a que decidan, en un «ejercicio de democracia fiscal», decía, el destino de sus impuestos, concretamente del 1,4 por ciento de ellos si marcan las dos «X».

Monseñor Argüello destacaba la importancia de llevar a cabo esta acción para la Iglesia, a la hora de poder acometer, por ejemplo, restauraciones del patrimonio religioso existente en la provincia -hay más de 700 templos, la gran mayoría en los pueblos, con lo que significa para sus habitantes y la fijación de población-, como para las actividades de carácter social de Cáritas. Y es que, además del 10 por ciento que la Iglesia aporta de sus ingresos a esta oenegé católica de las declaraciones de la Renta, Cáritas recibe también otra cantidad en función del número de contribuyentes que marquen la casilla de fines sociales. Entre ambas, percibió en 2017 casi 400.000 euros (282.000 por la asignación tributaria y casi cien mil más de la Iglesia). Un dinero con el que la oenegé ha podido llevar a cabo este año hasta 18 programas sociales que han beneficiado a cerca de 1.500 personas.

«El secreto de la economía de la Iglesia tiene que ver con las pequeñas colectas que permiten a la Iglesia vivir y ayudar a vivir a otros», destacaba Argüello.

El obispo auxiliar de la Diócesis vallisoletana se expresaba así al presentar, en compañía del ecónomo diocesano José María Conde, del director de Cáritas, Guenher Eduardo Boelhoff, y del delegado Diocesano de la oenegé católica en Valladolid, Luis Miguel Rojo, la campaña de la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal de 2017.

Un año, el pasado, en el que 116.743 contribuyentes vallisoletanos decidieron que el 0,7 por ciento de sus impuestos fuera a la Iglesia Católica -cuatro mil menos que en 2016, que supusieron apenas 1.200 euros menos de ingresos-, que supusieron tres millones de euros para las arcas eclesiales, de los doce millones que obtuvo el pasado año en su conjunto, cinco de ellos procedentes de las aportaciones de los fieles en colectas y campañas.