Gastronomía

Cocina de producto, servicio entregado y un trato familiar para sentirse como en casa

El Restaurante Can Fusté trabaja con una carta en la que no falta la materia de prima de temporada y de excelente calidad

El restaurante Can Fusté se inauguró hace 44 años como un establecimiento dedicado a la venta de embutidos
El restaurante Can Fusté se inauguró hace 44 años como un establecimiento dedicado a la venta de embutidoslarazon

El Restaurante Can Fusté trabaja con una carta en la que no falta la materia de prima de temporada y de excelente calidad.

Can Fusté es un restaurante particular, con una forma de hacer y trabajar muy característica que hace de este establecimiento un restaurante único.

«La manera en la que tratamos el producto y nuestro trato excepcional al cliente nos diferencia de todo lo demás», señala la propietaria María Plaza, quien al respecto destaca «la flexibilidad horaria y el cariño que ponemos a las cosas» como dos de las principales señas de identidad del restaurante. «Aquí hacemos que la gente se sienta como en casa», asegura la dueña, para a continuación comentar que «esta profesión, o la quieres o te come y nosotros tenemos mucho cariño por la profesión».

Y es que a María Plaza la vocación le viene de familia. Su padre fundó Can Fusté hace 44 años como un establecimiento en el que se servían principalmente embutidos de excelente calidad, carne y pescado a la plancha y, desde entonces, el restaurante ha mantenido intacto su carácter. «La base se ha mantenido desde 1973: siempre procuramos atender las demandas del cliente, nunca ponemos ningún problema, y trabajamos con un producto de excelente calidad». «Con los años empezamos a hacer otras cosas, a ampliar nuestra oferta, pero siempre hemos trabajado con lo que hay en el mercado, con un producto de temporada y un género de primera calidad», asegura María Pilar. Por ello, al margen de la carta convencional, se ofrece al cliente una serie de sugerencias del día.

En este sentido, la cocina de Can Fusté apuesta por mantener íntegras las cualidades de la materia primera, por mimarla, de manera que elabora una cocina sencilla. «A veces no hace falta complicarse la vida para que salga un plato buenísimo y eso, que parece fácil, no lo es tanto porque hay que tenerlo muy por la mano», señala la propietaria para a continuación poner de relieve que pese a esa sencillez «también hacemos, por ejemplo, la salsa Café de París con sus 95 ingredientes y en cierto modo, innovamos creando platos como el huevo del revés o el gazpacho de remolacha». «La clave es hacer las cosas bien hechas», añade.

Y todo ello se plasma en una extensa carta, en la que se contempla la posibilidad de compartir. «La carta es lo que se lleva ahora: normalmente se hace un pica-pica de primero y después un segundo», explica María Pilar quien además señala que «hacemos también medias raciones».

como en casa

En definitiva, Can Fusté es un restaurante que se singulariza por la «calidad del producto, el servicio atento y el cariño que se da a la clientela». «Es un ambiente de casa», asegura la propietaria y ello se ve reflejado en la decoración y ambiente que se respira en el establecimiento. «En cada mesa ponemos un detalle, algo decorativo, como un balón de fútbol, un tenedor gigante de plata o una botella en su cubitera, y voy cambiando la decoración a mi antojo, igual que en mi casa», comenta María Pilar.

La propietaria recuerda que, al estar ubicado en las inmediaciones del Camp Nou, en Can Fusté «hay muchas historias relacionadas con el fútbol», por ello el establecimiento, que dispone de dos reservados –uno con capacidad para entre veinte y veinicinco personas y otro con un aforo de ocho a diez personas– cuenta con varios objetos decorativos relacionados con este deporte.

Restaurante Can Fusté

Dirección: Gran Vía de Carlos III, 52

Teléfono: 93 3 39 30 00

Horarios: Todos los días de 13.00 a 16.30 horas y de 20.00 a 23.15