Elecciones municipales
Colau gana tiempo y abre negociaciones con ERC y PSC tras la oferta de Valls
La alcaldesa evita rechazar la propuesta del ex primer ministro francés pero invoca un tripartito imposible
La alcaldesa evita rechazar la propuesta del ex primer ministro francés pero invoca un tripartito imposible
Las piezas de la batalla de Barcelona ya están sobre el tablero. Como si de una partida de Risk se tratara, los diferentes agentes implicados han situado la pelota en el tejado de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que, consciente de la trascendencia de su decisión prefiere ganar tiempo e invocar una imposible alianza de izquierdas con ERC y el PSC. La aritmética es endiablada pero ayer se despejó la incógnita que faltaba. El ex primer ministro francés, Manuel Valls, ofrecía sus ediles a cambio de nada: «La política en muchas ocasiones es escoger la opción menos mala».
El numero dos de la candidatura de Barcelona en Comú, Joan Subirats, fue el encargado de analizar los últimos acontecimientos, después de la reunión entre Ada Colau y Ernest Maragall, y se guardó muy mucho de rechazar la propuesta de Valls. Eso sí, su prioridad es negociar, por ahora, una cuerdo de gobierno con ERC y hacerlo extensible al PSC. Aunque como él mismo puntualizó, «un acuerdo de gobierno, no de investidura».
Maragall, poco antes, había asegurado que la alcaldesa estaba dispuesta a trabajar en la búsqueda de un acuerdo de gobierno que le llevará a la alcaldía. «Ella quiere trabajar en un acuerdo de gobierno en el que yo sea alcalde, sí», afirmó. Un extremo que fue rebatido por el propio Subirats. Para el número dos de Colau, en la reunión simplemente se decidió comenzar un «largo proceso de conversaciones, hasta el 15 de junio, sobre políticas progresistas, en base a las que construir un acuerdo de gobierno de izquierdas», en el que los comunes quieren que esté el PSC y excluyen a JxCat, como propone ERC.
Maragall, de la reunión con Colau, que duró unos cuarenta minutos, explicó que ambos han hablado de las coincidencias mutuas que les «empujan» a formar un gobierno de contenido «inequívocamente progresista» y al que ERC querría incorporar a JxCat. El alcaldable republicano calificó sus dos reuniones, con Colau y con Artadi, como «constructivas» y «positivas», y aseguró que ya ha puesto en marcha equipos negociadores para trabajar con ambas formaciones. «Estamos ahora justo empezando, todavía no hay muchos avances», explicó Maragall, cuyo equipo enviará, «en las próximas horas o días», ya propuestas concretas en sus dos ámbitos prioritarios: la equidad social y el soberanismo, de cara al pleno constitutivo del 15 de junio.
El domingo pasado, Colau y Ernest Maragall quedaron empatados a diez regidores, pero el republicano aventajó a la alcaldesa por un puñado de votos. En este contexto, una alcaldía alternativa pasaría por por alcanzar los 21 regidores que otorgan la mayoría absoluta en el consistorio. El PSC tiene ocho, Valls, seis. La alcaldesa, sin embargo, se inclina por un un imposible tripartito de izquierdas con ERC y PSC. Tras los recientes acontecimientos, la «benevolencia de Valls», según dijo Subirats, por mucho que le pese a la alcaldesa, la pelota está en el tejado de los comunes.
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