Tribunal Supremo

El Govern quiere convertir a los inhabilitados en estrellas

La Generalitat cree que Mas, Ortega y Rigau son «los mejores expositores» del «Procés»

Puigdemont y Munté, ayer, minutos antes de la reunión semanal del gobierno catalán en el Palau de la Generalitat
Puigdemont y Munté, ayer, minutos antes de la reunión semanal del gobierno catalán en el Palau de la Generalitatlarazon

La Generalitat cree que Mas, Ortega y Rigau son «los mejores expositores» del «Procés».

Apenas un día después de conocer la sentencia del TSJC que le inhabilita como cargo público durante dos años, Artur Mas acudió ayer los micrófonos de Rac1 con un mensaje a los suyos: «El soberanismo tiene que saber aprovechar que, por primera vez, un gobierno elegido democráticamente sea en parte inhabilitado». Es decir, que, lejos de dar un paso atrás, Mas se ofreció para seguir en la primera línea. Y el Govern, a continuación, recogió el guante y aseguró que Mas, junto a las ex conselleres Joana Ortega e Irene Rigau, son «los mejores expositores» para hacer pedagogía del proceso soberanista.

«Su inhabilitación judicial, que no política, les convierte en los mejores expositores de lo que pasa en España, y que preocupa a muchas instancias de Europa. Queremos contar con ellos. Quién mejor que ellos para explicar lo frágil que es la democracia a nivel del Estado», afirmó la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, al término de la reunión semanal del gobierno catalán.

En realidad, Mas ya ejercía este papel. En las últimas semanas, el ex presidente de la Generalitat ha multiplicado sus apariciones públicas y ha intentado, sobre todo, de hacerse un hueco en el panorama internacional con conferencias en las escuelas de Oxford y Harvard.

El líder soberanista, ahora inhabilitado como cargo público, piensa seguir protagonizando en este papel con una dosis mayor de épica. Y el Govern, que desde hace tiempo le da el apoyo de su aparato comunicativo y logístico, está decidido a dejarle hacer.

Munté, que compareció ante los medios con una chapa con el lema «Ho tornaria a fer» («Lo volvería a hacer»), confirmó que la condena de Mas no afectará a las prerrogativas de las que goza en calidad de expresident e insistió en que el ejecutivo catalán cuenta con él para difundir el proceso soberanista.

Quien tampoco dudó en mostrarse dispuesta a retomar la actividad política fue la ex vicepre-sidenta y ex consellera de Gobernació, Joana Ortega, que desde hace tiempo barrunta la posibilidad de convertirse en alcaldable de Barcelona. A rebufo de la sentencia, Ortega aseguró que el fallo del TSJC le «incita» a regresar a la política. «Cuando las cosas no me gustan, bajo a la arena y trabajo para que cambien», afirmó en declaraciones a Rac1. Su eventual regreso se produciría bajo la marca del PDeCAT, ya que Unió está prácticamente desaparecida del mapa político.

Rigau, por su parte, convirtió ayer la notificación de la sentencia del TSJC –que la condena a un año y seis meses de inhabilitación y una multa de 24.000 euros– en un acto de político. Arropada por diputados de Junts pel Sí, la CUP y Catalunya Sí que es Pot, Rigau afirmó: «Hemos hecho mucho camino. Esto no es una piedra, sino un empujón de cara al objetivo que tenemos que conseguir».

Todas estas maniobras de los dirigentes soberanistas fueron interpretadas por el PP catalán como los «últimos coletazos» del proceso soberanista tras la sentencia del 9-N y ahora busca una «revuelta popular» que, advirtió, «no ocurrirá». El portavoz parlamentario del PP catalán, Alejandro Fernández, auguró en este sentido que la «caída» de sus dirigentes «no será ni épica ni patriótica, sino solitaria, oscura y triste». «Si los dirigentes del Govern continúan por el mismo camino que inició Mas, el resultado será el mismo», sentenció el dirigente popular.