El padre de la bebé fallecida por una bacteria: "¿Por qué no aislaron a los niños sanos?"

Gala, el segundo bebé fallecido en el Vall d'Hebron, nació el 16 de abril con tan solo 25 semanas de gestación mediante una cesárea que «fue bien tanto para mi esposa como hija», cuenta el padre de la niña en una carta que ha enviado al Defensor del Paciente buscando asesoramiento. En la misiva, este hombre detalla que «la niña lloró al nacer» y que inmediatamente fue trasladada a la UCI de recién nacidos críticos. «Todo avanzó de manera correcta: toleraba la leche materna y funcionaba perfectamente el sistema digestivo». «Empezó a ganar peso de manera satisfactoria», insiste.

Pero todo empezó a torcerse el finde semana del 19 de abril, cuando en la sala donde estaba Gala se detectó un brote de Klebsiella. Afectó a cuatro de los seis bebés que estaban ingresados en esa estancia. Ese fin de semana murió uno de ellos y al llegar el lunes le comunicaron que su hija también estaba infectada. Tras dos días de tratamiento, falleció. «¿No deberían haber aislado a los niños sanos de los infectados?», pregunta este hombre al Defensor del Paciente, que ha decidido denunciar el caso a la Fiscalía. «Tengo serias dudas sobre el protocolo seguido por parte del centro hospitalario», prosigue en la carta. Aún más, extiende la crítica a la higiene del hospital, pues, alega «no es muy normal que al andar por la sala las suelas de los zapatos se queden pegadas».