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El trauma de un desahucio es como el de un accidente de coche

La Razón
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Esade y Cáritas evalúan en un estudio el impacto emocional de perder el piso

Como ir en una montaña rusa a oscuras. Así se sienten los afectados por un desahucio tras perder su casa. Los desahuciados pueden llegar a sufrir un colapso emocional que les impide actuar y desencadenar episodios de estrés postraumático similares a los ocasionados por un accidente de coche. Esta es una de las conclusiones a las que llega el estudio realizado por la escuela de negocios Esade en colaboración con Cáritas y que fue presentado ayer en Barcelona.

El informe se basa en entrevistas realizadas a personas desahuciadas y analiza las distintas sensaciones y emociones que estas viven, desde la alegría por haber comprado la casa pasando por la rabia y la pena en el momento de entregar su vivienda al banco, hasta una situación de temor al cambiar su casa por un centro de acogida y, también, el alivio de los que consiguen con la dación de pago. Además, son comunes los sentimientos de vergüenza, culpabilidad y abatimiento, en un proceso que, en la mayoría de los casos, acaba en una situación de depresión.

El profesor de Esade y precursor del estudio, Juan Ramis-Pujol, aseguró que el proceso de desahucio tiene un impacto tan profundo en los afectados que les cambia la vida. «Todos los entrevistados han cambiado desde sus hábitos alimentarios y rutinas diarias hasta sus prioridades y objetivos vitales», dijo Ramis-Pujol. «Se les derrumba el mundo, los puntos de anclaje fallan y es casi imposible que alguien pueda salir de allí sin más», añadió. Para poder alertar a tiempo del estado del afectado, el estudio identifica y gradúa su situación emocional mediante un sistema típico de semáforos.

Ramis consideró que los bancos deben plantear alternativas como el aplazamiento de la hipoteca. «Todo el mundo merece un castigo proporcional a su responsabilidad y aquí hemos visto que el castigo es excesivo y mal repartido». El investigador añadió que el nuevo marco legal ayuda pero «no es panacea», y argumentó que la creación de empleo es la prinicipal herramienta par acabar con los desahucios.