Barcelona

«Hay que crear escenarios atractivos para atraer a los hispanoescépticos»

José Domingo, portavoz de la plataforma «som catalunya, somos españa»: «Reivindicamos la vigencia de la Constitución, pero no nos oponemos a su reforma»

José Domingo, portavoz de la plataforma «som catalunya, somos españa»
José Domingo, portavoz de la plataforma «som catalunya, somos españa»larazon

- Miles de catalanes participaron ayer en la cuarta manifestación en dos años para reivindicar la españolidad de Cataluña. ¿Qué ha tenido de particular esta celebración en Barcelona?

– No deja de ser extraordinario que el único sitio de toda España donde se celebra de manera activa la Constitución sea en Cataluña, el sitio donde más se está cuestionando porque hay una parte de las formaciones poolíticas que se están desmarcando del pacto constitucional. Debo recordar que Cataluña, junto a Andalucía, fue la comunidad que apoyó de forma más mayoritaria la Constitución en 1978. Reivindicamos seguir vinculados a un texto que ha permitido mantener el período más largo de democracia en España.

– ¿La Constitución puede conservar su vigencia tal y como está redactada o se impone una reforma para preservar su espíritu?

– Reivindicamos su vigencia, pero eso no significa que nos opongamos a su reforma conforme a los trámites previstos. De quien discrepamos es de quien reivindica un nuevo período constituyente. Desde «Som Catalunya, Somos España» creemos que la Constitución tiene futuro y tiene recorrido. Impulsar su modificación le corresponde a los partidos en todo caso, pero ese no es nuestro tema. Nuestro objetivo como plataforma es defender la vigencia del texto constitucional y de la unidad de España tal y como refleja la Constitución, pero el contenido de la reforma no nos corresponde a nosotros, sino a los partidos constitucionalistas.

– Los soberanistas presumen de ganar por goleada en las calles. ¿Se puede dar la vuelta a ese resultado?

– No vamos a entrar en una guerra de cifras. Lo que queremos hacer ver con nuestras movilizaciones es significar que hay una parte de la población en Cataluña que se siente con la necesidad de expresar en la calle su adhesión al régimen constitucional. Hasta hace dos años no se producían movilizaciones por este motivo, con lo cual el independentismo nos lleva muchos años de ventaja con un factor extra que es crucial y es que el soberanismo está estimulado por las instituciones catalanas y los medios públicos de Cataluña. Nosotros queremos que se refleje la pluralidad de Cataluña y lo hacemos desde un movimiento cívico de ciudadanos.

– Tras la movilización de hoy, ¿constata que el movimiento cívico para reivindicar que Cataluña quiere seguir integrada en España va a más?

– En la calle, sin duda. El último 12 de octubre fue más gente a la calle que el año anterior y lo mismo ha ocurrido este 6 de diciembre. La gente cada vez tiene más necesidad de que se visualice su españolidad porque hay un movimiento soberanista empeñado en dejar a muchos catalanes sin su país. Hoy mucha gente ha demostrado que está perdiendo el miedo a exteriorizar sus sentimientos de pertenencia a España.

– La cúpula del PSC fue al acto institucional en la Delegación del Gobierno para conmemorar la Constitución, pero hoy ha evitado salir a la calle. ¿El PSC no está pero se le espera?

– Esperamos al PSC y a otros grupos de la izquierda que no son separatistas. Estamos deseando que se incorporen todos ellos pero no con una voluntad frentista, sino con el deseo de reflejar la realidad catalana. No tiene sentido que el PSC esté alineado con fuerzas independentistas porque en su campaña electoral ya dijo que no quiere la secesión de Cataluña y últimamente lo viene reiterando. ICV también tiene un sector que no desea la independencia y ese sector también hay que incorporarlo a nuestro mundo, que no es de izquierdas ni de derechas, porque está anclado a la Constitución. El PSC, poco a poco, nos va conociendo y es importante el acercamiento que se va produciendo porque ha percibido que nuestra intención es articular un discurso para hacer atractiva la idea de seguir perteneciendo a España.

– ¿Cree que más tarde o más temprano se acabará produciendo una consulta soberanista, incluso en 2014, tal y como propugnan CiU y ERC?

– No sé si se producirá la consulta, pero nos basta ver que ya se está produciendo el debate. Y los únicos que ahora mismo están verdaderamente movilizados son los partidarios de la separación. Hasta ahora no había hecho falta que los partidarios de seguir perteneciendo a España elaboráramos un discurso sobre las cosas positivas que eso tiene, pero en estos momentos, vista la ausencia de argumentario por parte nuestra, necesitamos cargarnos de razones y exponerlas. Todo esto es necesario porque hay que crear escenarios atractivos para atraer a los hispanoescépticos. Y no sólo eso, también hay que advertir de los costes que tiene la secesión porque ese viaje a la independencia es un viaje al empobrecimiento y al aislamiento.

– ¿Se imagina saliendo a la calle el año que viene junto a Duran Lleida y Navarro, y no sólo junto a Sánchez-Camacho y Rivera?

Prefiero imaginarme que no sea necesaria esa manifestación y que todo este asunto se haya calmado.

– ¿Calmarse el asunto en 2014, el año del tricentenario y el año señalado para la consulta? Ciertamente es de prever un escenario de tensión nacionalista muy alta porque se va a intensificar la manipulación y el levantamiento de pasiones. Si las cosas siguen ese camino reivindicaremos con más ímpetu la validez de la Constitución y ojalá que podamos estar con los federalistas y los confederalistas y con todos los que se oponen a la segregación de Cataluña.

– Los constitucionalistas suelen advertir del riesgo de que la convivencia se fracture debido al pulso soberanista. ¿Qué papel tiene su plataforma para evitar esa fractura?

– En primer lugar, nuestro reto tiene que ser expandirnos por todo el territorio para que también se vean nuestras movilizaciones en otros sitios de Cataluña distintos a Barcelona. La idea es que en cualquier punto se pueda escuchar con normalidad nuestro mensaje, sin ningún punto de crispación. Nuestra plataforma todavía no tiene personalidad jurídica y quizá hay que estudiarlo.

– ¿Sugiere una Asamblea Nacional Catalana (ANC) pero hispanófila?

– En realidad, creo que nosotros no necesitamos ni tanto dinero ni tantos recursos. Nos conformamos con mejorar la difusión de nuestro mensaje para convencer a los catalanes de que el viaje hacia la independencia es peligroso. Nuestra labor debe ser pedagógica y de concienciación. No se puede comparar nuestra misión con la de la ANC, basta con tengamos una estructura razonable y no tan elefantiásica.

– Hace dos meses se entrevistó con el president Artur Mas en el Palau de la Generalitat. ¿Qué le pidió entonces y que le pide ahora?

– Fue una entrevista cordial pero en las que quedaron demostradas grandes discrepancias. Le pedimos neutralidad política y respeto institucional a la pluralidad de mensajes. El president de la Generalitat es el más alto representante del Estado en Cataluña y como tal tiene que trabajar. No puede considerarse al margen de la Constitución ni de las leyes, y demasiadas veces da la impresión de situarse por encima del bien y el mal.