Iceta arranca la reconstrucción del PSC

Miquel Iceta venció ayer su particular duelo contra la participación al lograr que 9.650 militantes del PSC (el 46,71 por ciento del total) acudieran a la votación para proclamar al nuevo primer secretario de los socialistas catalanes. Iceta, sin adversarios a los que batir –sólo él había logrado el aval del 10 por ciento de la militancia para presentarse a las elecciones para liderar el PSC– se jugaba ayer su grado de legitimidad y salió airoso con un 85,01 por ciento de los apoyos. El resto, un 15 por ciento, votó en blanco, siguiendo la consigna de los sectores críticos.

La votación en paralelo para escoger al secretario general del PSOE fue el mejor aliado de un Iceta que, además, puede presumir de superar otras votaciones internas en la reciente historia del PSC. La última elección interna de los socialistas catalanes, por ejemplo, resultó un fiasco, ya que la participación para escoger al cabeza de lista del partido para las europeas tan siquiera alcanzó el 10 por ciento.

El PSC colocó dos urnas en cada punto de votación para que los militantes votaran en una a primer secretario de los socialistas catalanes y en otra al secretario general del PSOE. La participación en la segunda elección fue ligeramente superior porque, según la gestora del PSC, había «votantes del PSOE que estaban desplazados por motivos laborales, familiares o de vacaciones en Cataluña». «Podían votar aquí si lo pedían previamente, pero no podían hacerlo en la consulta del PSC. De ahí la diferencia de un centenar de votos», explicó el presidente de la Comisión Gestora, Josep Fèlix Ballesteros.

En todo caso, Ballesteros se mostró eufórico. «Absolutamente este proceso es un éxito de participación y movilización, del cual estamos orgullosos porque no es fácil. Es la primera vez que lo hacemos con esta complejidad y estamos convencidos de que los militantes se sienten cómodos, contentos y eufóricos por haber podido participar», opinó Ballesteros, alcalde de Tarragona.

Un partido hecho girones

Iceta compareció en la sede del PSC en torno a las 22.00 horas para mostrar su satisfacción por el resultado obtenido. «Trabajaré consciente de mis respaldos, consciente de que este partido no es de unanimidades. Mi función es la de representar a todos los socialistas», afirmó en sus primeras palabras.

A partir de hoy, el nuevo líder del PSC intentará recoser un partido hecho jirones con conversaciones con los sectores y las agrupaciones más destacadas del partido. Todas estas conversaciones serán cruciales de cara a determinar la ejecutiva que el PSC escogerá en su congreso extraordinario del próximo sábado.