El desafío independentista
La politización crónica de TV3 y Catalunya Ràdio, a examen
El Parlament impulsa una reforma para nombrar por consenso y méritos profesionales a sus directivos.
El Parlament impulsa una reforma para nombrar por consenso y méritos profesionales a sus directivos.
La ley que regula los medios públicos catalanes y su reconversión en la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), entre que engloba TV3 y Catalunya Ràdio, se aprobó a finales de 2007 después de fuertes discusiones parlamentarias. Nació entre críticas por su excesiva politización, un estigma alimentado por los sucesivos cambios de directores y cargos de confianza, ligados siempre a los partidos que ocupan la plaza de Sant Jaume. Ahora, las críticas son aún peores, con la oposición en pie de guerra y acusando continuamente al independentismo de convertir la televisión y la radio públicas en altavoces del «procés».
Poner coto a unos medios creados a imagen y semejanza de Jordi Pujol en los ochenta es el gran reto del Parlament, dispuesto a iniciar una reforma pendiente a instancias de los «comunes» de Ada Colau. El primer paso ya está dado: esta semana, y después de que lo impulsara la coalición de izquierdas, todos los grupos parlamentarios sin excepción firmaron una proposición de ley para empezar a tramitar la nueva norma que regule TV3 y Catalunya Ràdio.
Los cambios ya se conocen y supondrán un primer cerco a la excesiva politización de sus cargos directivos y del consejo de gobierno, un organismo que se reúne semanalmente y que toma las decisiones de mayor calado en el seno de la CCMA. El texto prevé que el nombramiento de los directores de TV3, Catalunya Ràdio y del resto de las empresas filiales se haga de acuerdo con un procedimiento público de presentación y selección de candidatos y no como ahora, que se nombran a propuesta de la presidencia. De hecho, la oposición acusa a Junts per Catalunya de haberse agenciado la desigación del director de TV3 y el jefe de informativos de Catalunya Ràdio, y a Esquerra de quedarse con el jefe de informativos de TV3 y el director de Catalunya Ràdio.
Estos equilibrios podrían cambiar si se impulsa esta reforma legislativa, aunque todo apunta a que JxCat y ERC seguirán manteniendo sus cuotas de poder dentro de la televisión y la radio públicas.
Si sale adelante la reforma, los consejeros de la CCMA (hay que renovar cargos y serán entre cinco y siete) tendrán que ser elegidos por una mayoría de dos tercios de la cámara después de presentar un informe de gestión y ser seleccionados, lo que obligaría a pactar nombres de consenso entre el bloque independentista y el constitucionalista.
De hecho, la nueva petición incluye que los nuevos nombres tengan el apoyo mínimo de tres grupos y sean «elegidos de entre personas de reconocido prestigio y contrastado y con experiencia profesional en el sector audiovisual, y que ofrezcan plenas garantías de independencia». Cabe recordar que desde 2012, y con CiU en la plaza de Sant Jaume, bastaba con una mayoría simple.
La reforma no es sencilla debido a la complejidad de la propia ley y de la estructura de la CCMA, siempre dependiente del partido y los socios de gobierno para renovar sus cargos. También incluye que el presidente del consejo de gobierno sea escogido por el mismo mecanismo y tras un acuerdo entre un mínimo de tres grupos parlamentarios. Ahora es Núria Llorach en funciones tras la marcha de Brauli Duart a la Consejería de Interior.
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