Cómic

La vida soñada por Picasso se hace viñetas

El dibujante Daniel Torres recrea en un cómic cómo habría sido el paso del pintor por el frente del Ebro durante la Guerra Civil

Un meticuloso trabajo. Daniel Torres, ayer, en su estudio de Barcelona, enseña el álbum donde ha reunido los materiales para su nuevo libro
Un meticuloso trabajo. Daniel Torres, ayer, en su estudio de Barcelona, enseña el álbum donde ha reunido los materiales para su nuevo librolarazon

El dibujante Daniel Torres recrea en un cómic cómo habría sido el paso del pintor por el frente del Ebro durante la Guerra Civil.

No es exagerado pensar que a Picasso le gustaban los tebeos. De hecho, una de sus series gráficas más conocidas, «Sueño y mentira del general Franco», está compuesta a la manera de un cómic formado por una sucesión de viñetas que narran en clave cómica –aunque también trágica– la represión llevada a cabo por Franco en plena Guerra Civil. Picasso incluso guardaba algunas de las caricaturas que se le dedicaba en las revistas y en los diarios de la época. Por eso, es evidente que al pintor le gustaría el trabajo en el que ha estado inmerso durante casi dos años Daniel Torres, un álbum que verá la luz el próximo mes de junio de la mano de Norma Comics.

«Picasso en la Guerra Civil» es el imaginario (o tal vez real) encargo que Picasso le hace a un dibujante llamado Marcel. Corre el año 1953 y el genio malagueño no vive su mejor momento personal tras haber sido abandonado por Françoise Gilot, la primera mujer que lo deja. Así que lo quiere hacer cuentas con el pasado, especialmente con los años de la Guerra civil, una época que vivió en Francia y como director del Museo del Prado, una pinacoteca vacía porque había que salvaguardar los cuadros de los bombardeos. Y Picasso encuentra la solución encargando un cómic en el que Marcel debe dibujar las andanzas de un Picasso de 25 años que se dirige al frente del Ebro para luchar. El resto habrá que esperar un poco para poder leerlo.

Torres, desde su estudio barcelonés, habló ayer con este diario de un proyecto que le ha obligado a documentarse todo lo que ha podido sobre un autor que lo ha fascinado siempre. «Me he centrado en Picasso cuando tiene 72 años y sigue siendo alguien con una gran capacidad creadora, además de ya ser toda una figura icónica al que los franceses tienen como un referente. Es un momento en el que empieza a ser contestado, por ejemplo en revistas de la Prensa rosa en las que se meten con su momento creativo. Todo eso le hace pensar que hay momentos de su vida que no ha desarrollado como quería», comentó Torres. Es precisamente en ese momento cuando Picasso, el Picasso de estas viñetas de Daniel Torres, se interroga sobre su pasado y el no haber hecho nada en el frente durante la Guerra Civil. «Todo surge como un juego de espejos en el que aparece Picasso mayor y joven, además de un dibujante que soy yo disfrazado de mi padre», dijo.

Hacía tiempo que este maestro del noveno arte quería dedicarse a seguir la estela picassiana, pero necesitaba una historia. «Picasso siempre me ha parecido un personaje fascinante, pero siempre he tenido la duda con su trabajo. Me gusta mucho ver su obra, pero también me cansa. No me pasaría horas contemplándola, algo que sí haría con Rembrandt o Van Gogh. Por eso, tenía una deuda conmigo mismo y, por eso, Picasso me encarga dibujar esta verdadera vida suya», aclaró el artista.

De todo esto surge un libro dentro de un libro, el de Picasso mayor y el de Picasso joven, pero también el del combate con las imágenes en vez de con las armas creando una pieza dentro de este «Picasso en la Guerra Civil» y que lleva por nombre «Sueño y mentira del general Franco». Es esa una serie en la que Daniel Torres/Marcel recrea la obra de otro creador, un tal Pegasso, nombre con el que es conocido el malagueño en el frente del Ebro. Es combativo y audaz, con más fuerza con el lápiz de la que podría tener con el fusil pegando tiros.

El álbum está repleto de guiños y aquel que es aficionado a Picasso encontrará muchas referencias, por ejemplo a las fotografías que del maestro tomaron Lee Miller, David Douglas Duncan o Gyenes. También se enterará el lector del otro origen de «Las señoritas de Aviñón», además de aparecer secundarios de lujo como Carles Casagemas y Jaume Sabartés. Pero hay más, porque también nos encontraremos hasta la sombra alargada de otro genio del siglo XX, es decir, de Charlie Chaplin, a quien Pablo Picasso admiraba profundamente y sin fisuras.

Daniel Torres se ha sentido cómodo dedicando un año a dibujar las viñetas de su nuevo trabajo. Eso le ha permitido conocer mejor al autor de «Guernica» y quedarse con ganas de más. Por ello se apunta como proyecto el hacer en el futuro algo juntando a Picasso con Goya porque, como decía el autor cubista, «con Goya comenzó todo y yo lo voy a terminar».

Igualmente el dibujar a Picasso y sus circunstancias, tanto las reales como las que pudieron ser, ya sean en los años 30 y en los 50, han ayudado a Torres a fijarse una nueva imagen de la complejidad del personaje. «Ahora lo entiendo. Comprendo esa necesidad de querer hacer cosas, de estar cambiando constantemente. Todo ello es por su necesidad de buscar respuesta a la pregunta: “por qué lo hago”. Le molestaba que le preguntaran qué estaba pintando. Él respondía: “yo trabajo”».