Las enfermeras combaten los estereotipos de su profesión con un banco de imágenes

El proyecto concluirá en 2020 con un total de 3.200 imágenes para convertirse en una gran colección

La profesión de enfermera sufre el peso que durante años ha supuesto y supone aún hoy en día para este colectivo una imagen estereotipada y lesiva que no se ajusta para nada a la realidad. Su uso para contenido pornográfico, la cosificación de las enfermeras, la idea de éstas como profesionales supeditadas a otros profesionales de la salud, sin competencias propias, los prejuicios de género, entre otros factores, han hecho mucho daño a la imagen de las enfermeras y es en este contexto que el Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB) ha elaborado un Banco de Imágenes de Enfermeras (BII) para mostrar «todo lo que hacemos, cómo lo hacemos y dónde lo hacemos», comentó al respecto el presidente de la entidad, Albert Tort, durante su presentación.

Este proyecto documental, que arrancó en 2006, recoge a día de hoy cerca de 700 imágenes de acceso libre que reflejan el trabajo real de las enfermeras y enfermeros y lo hace en su rol autónomo y en su escenario habitual para presentar así imágenes de enfermeras ajustadas a la realiadad. La idea es que de cara a 2020, cuando se habrá desplegado ya la segunda fase de esta iniciativa, el banco cuente con hasta 3.200 imágenes, todas ellas realizadas por los fotoperiodistas Àngel García y Ariadna Creus en diferentes centros e instituciones de salud, así como hospitales de la demarcación de Barcelona para convertirse así en la colección fotográfica de salud y de acceso libre más grande.

En este contexto, Nuria Cuixart, directora de programas del COIB señalaba al respecto que la imagen de la profesión arrastra una herencia de representación marcada por factores como su origen histórico, cuando el cuidado de las personas estaba asociado al ámbito doméstico, al género femenino y sin logros científicos o profesionales. Y pese a que ya en el siglo XIX la enfermería inició el camino hacia la profesionalización, «vivimos en una imagen congelada», denunciaba ayer Cuixart, para quien durante todos estos años «se ha obviado una ciencia, un aprendizaje». Si a ello añadimos además la simbología que gira en trono a esta profesión, especialmente evidente en el mundo de la pornografía, así como su imagen social, que presenta a la enfermera como alguien con un papel secundario, sin responsabilidad o capacidad de decisión y con poco nivel académico, una imagen altamente visible en la industria audiovisual y cultural, lo cierto es que este colectivo ha tenido que convivir durante muchos años con una imagen estereotipada e injusta que ha intentando limpiar y que ahora ha querido combatir a través de este banco de imágenes, en el que en la actualidad colaboran nueve centros e instituciones de salud a la espera de poder incorporar nuevos espacios.

«Queremos que quede claro nuestro papel fundamental en el entorno sanitario, que nosotras contribuimos a la curación de la enfermedad, que representamos la diferencia entre estar sano y encontrarse bien», insistía ayer Cuixart, y ese es precisamente el objetivo del banco, al que todo el mundo puede acceder de forma gratuita a través de Instagram o Flickr y utilizar los recursos que éste ofrece, siempre que no exista manipulación y se acredite su origen.