Girona- Unas 150 personas entre familia, amigos y fieles lectores despedieron ayer en la iglesia de Sant Martí, de Palafrugell (Girona), al escritor británico Tom Sharpe, autor de la hilarante saga de Wilt y fallecido el pasado jueves en su domicilio de esta localidad catalana.

El funeral, que comenzó a las 10,30 horas y duró unos 45 minutos, tuvo lugar por el rito anglicano, oficiado por una pastora del pueblo vecino de Madremanya.

Las lecturas de salmos dieron paso a la intervención de varios amigos de Tom Sharpe, entre ellos la doctora que le atendió durante sus años en España, Montserrat Verdaguer, quien explicó que llegó a pensar que el conocido escritor era «inmortal, aunque desgraciadamente se trató de un error, pero no demasiado».

El funeral de Tom Sharpe tuvo incluso algún momento para el humor, un género que él cultivó con fruición y que le encumbró con la novela «Wilt», cuando su amigo Piers Brendan recordó algunos pasajes de su vida juntos.

La viuda del escritor británico, Nancy Sharpe, pronunció unas palabras del místico Julian of Norwich y la familia recibió el pésame de los asistentes al funeral.