Sant Andreu

Los escolares de Barcelona luchan contra el cambio climático desde el aula

Medio millar de Colegios participan en el V Congreso de la Ciencia de Barcelona sobre contaminación

En la imagen, un padre acompañando a sus dos hijos a la escuela
En la imagen, un padre acompañando a sus dos hijos a la escuelalarazon

Medio millar de Colegios participan en el V Congreso de la Ciencia de Barcelona sobre contaminación.

Los niños y niñas de la escuela El Sagrer, en el distrito barcelonés de Sant Andreu, lo tienen claro. Ellos no quieren seguir respirando un aire tan contaminante, una proclama a la que han ido dando forma durante el desarrollar a lo largo de este curso escolar de su proyecto científico en el marco del V Congreso de Ciencia de Barcelona, que este año versaba en torno al tema del cambio climático. A raíz de la declaración de un episodio de contaminación atmosférica por parte del Ayuntamiento de Barcelona, los alumnos de cuarto de Primaria de este centro escolar, ubicado al lado de una de las calles con más tránsito de la Ciudad Condal como es la Avenida Meridiana, decidieron focalizar su trabajo de investigación en torno a la pregunta: «¿Cómo afecta el tránsito en la calidad del aire que nos rodea?». Para resolver la cuestión y poder desarrollar su proyecto, los alumnos de El Sagrer llevaron a cabo diversos experimentos para conocer de primera mano cómo se comporta y se produce la contaminación, así como también realizaron encuestas entre el alumnado con el fin de recabar información acerca de sus hábitos de transporte para realizar el trayecto de casa a la escuela y de la escuela a casa, pero especialmente relevante fueron los datos que éstos obtuvieron, analizaron y valoraron a través del programa xAire, impulsado por el CCCB entre sus talleres de formación que han ofertado en el marco del congreso.

En esta iniciativa participaron otras 18 escuelas más de Barcelona, gracias a las cuales se pudieron repartir 800 sensores de dióxido de nitrógeno por diferentes puntos de la ciudad –hasta el momento solo había 7– los cuales debían medir durante un mes la cantidad de este agente acumulada. En el mes de abril, se obtuvieron los resultados y a partir de entonces los alumnos de cuarto de Primaria de El Sagrer trabajaron en su interpretación para concluir que solo el sensor ubicado en su aula había registrado un nivel de dióxido de nitrógeno en el aire óptimo y que su centro escolar se encuentra ubicado entre ejes de máxima contaminación. De hecho, 20 de los 36 sensores instalados por ellos registraron niveles de contaminación muy elevados, concretamente entre 55 y 40 microgramos por metro cúbico. Además, con el fin de comprobar la representatividad del volumen de tránsito en los datos recogidos por algunos sensores, cuantificaron el número de coches que pasaban por puntos concretos durante cinco minutos y la conclusión fue que cuanta más densidad de tránsito, la calidad del aire es más pobre.

Como ellos, otros 1600 alumnos de infantil y primaria de 490 centros barceloneses han participado este curso en la quinta edición del Congreso de Ciencia de Barcelona con proyectos variados en torno al cambio climático como ¿Por qué han caído tantos pinos con la nevada?, ¿Cómo proteger al oso polar de la extinción? o ¿cómo reutilizar el agua para regar el huerto vertical de la escuela?’. Las conclusiones de todos estos proyectos son expuestas por los propios alumnos esta semana en el marco del congreso, un congreso que ayer, durante el acto de inauguración del evento, la alcaldesa Ada Colau calificó como «muy importante para la ciudad». «Desde el ayuntamiento escucharemos muy atentamente vuestros proyectos ; vosotros haréis la Barcelona del futuro y podemos hacer una Barcelona más humana, más saludable...», dijo dirigiéndose a los estudiantes.