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Paco Mir nos saca los colores

El actor y director teatral regresa a su primer amor, el dibujo, para el álbum ilustrado «¿De qué color soy?»

Paco Mir aseguraba ayer que hacía 37 años que quería ganar el Apel·les Mestres, que incluso el año pasado se presentó con un cuento basado en «El conde Lucanor
Paco Mir aseguraba ayer que hacía 37 años que quería ganar el Apel·les Mestres, que incluso el año pasado se presentó con un cuento basado en «El conde Lucanorlarazon

El actor y director teatral regresa a su primer amor, el dibujo, para el álbum ilustrado «¿De qué color soy?» que acaba de ganar la 37 edición del Premio Destino Infantil Apel·les Mestres.

Maria Montessori abrió en 1907 en Roma un centro de atención a la infancia donde pudo poner en práctica sus revolucionarias teorías pedagógicas. En una clase con niños de seis años, pintó la cara de los pequeños con un color básico y los hizo comportarse en relación con ese color. A Ingrid, por ejemplo, una niña resuelta, de habla fácil, la pintó roja y le dijo que tenía que comportarse con extrama timidez. A Piero, un divertido mocetón de pelo en punta, lo pintó de verde y le instó a tener envidia de todos. A Rubi, una dulce y cariñosa niña de labios finos la pintó de negro y la obligó a estar enfadada y de muy mal humor. A Cris, un delgadito y alargado niño de pies planos lo pintó blanco y le dijo que tenía que estar muy, muy asustado, y así hasta cubrir de diferentes colores a doce niños.

Cuando los tenía a todos pintados, provocó que interactuasen entre ellos como en una obra de teatro. Ni siquiera les costó meterse en el papel, sorprendentemente habían absorbido su rol al instante. Además, había colocado espejos alrededor suyo y eran conscientes en todo momento de la emoción que representaban y actuaban como tal. Lo curioso es que se apoyaban unos con otros. Pronto comprobó extasiada que todos parecían más sensibles a la emoción que representaba el otro.

Para ver si su experimento podía ir un poco más allá, llevó a sus alumnos a un parque con otros niños. Los otros chavales, al verlos, se reían y les decían cosas desagradables. La reacción del grupo fue unirse como si fueran un único individuo, tanto, y con tanto fervor, que los otros niños empezaron a tener miedo y huyeron corriendo. El experimento había sido un éxito.

Los colores y la inteligencia emocional también son los protagonistas de «¿De qué color soy?», libro ilustrado de Paco Mir con el que acaba de ganar la 37 edición del Premio Destino Infantil-Apel·les Mestres. El actor y director teatral, miembro de El Tricicle, regresa así a su primer amor, el dibujo, en un fascinante libro que a través de una simple pregunta nos lleva al corazón de todas las preguntas, ¿quiénes somos en realidad y qué podemos ser? «Llevaba 37 años queriendo ganar este premio. El año pasado me presenté y no gané. Este año me puse un reto, cuántas emociones podía dibujar a través de frases hechas que utilizan un color, y el resultado ha sido el libro», comenta Mir.

El cómico se basó en su propio hijo para dibujar a este niño que se pregunta de qué color es y va pasando por todas estas emociones para averiguarlo. «Los dibujantes siempre utilizamos a nuestros hijos como modelo para nuestras historias. Le he dibujado muchos cuentos ilustrados sólo a él. Su abuelo ya le enviaba postales en forma de viñetas. Aquí no he hecho más que enseñárselo a más gente», confiesa el actor y director.

Apenas adolescente, Mir ya empezó a trabajar en el «TBO» donde dibujaba una tira de humor absurdo que, con el tiempo, se convertiría en un número quincenal de la revista infantil. De allí saltó a «El jueves», donde dibujó para un público más adulto. A lo largo de su carrera, nunca ha dejado de dibujar. «Incluso me fuerzo a mí mismo a dibujar una viñeta cómica todos los días, un ejercicio muy interesante para agudizar el ingenio», señala.

Como no podía ser de otro modo, el humor y la ternura son las herramientas con las que Mir consigue que los niños sean más conscientes de sus propias emociones viendo que no vale la pena ocultarlas, porque a veces se ven a simple vista. «Yo me siento, sobre todo, dibujante. Mi objetivo siempre es divertir, pero si puedo hacer que los niños reflexionen, pues mucho mejor», dice.

En Sant Jordi, dentro de los proyectos de la Fundación Atresmedia, el libro se repartirá a 180 hospitales de toda España para que los niños internados, con el desayuno, reciban un regalo que seguro les hará estar, por un momento, de color de rosa.