Elecciones Generales 2016

Vuelve la Yenka

La Razón
La RazónLa Razón

La posibilidad de que ERC se incorpore al Govern, se parece a la Yenka. Quienes no la recuerden, o no puedan hacerlo porque aún no habían nacido, necesitan saber que la Yenka era una canción del verano, popularizada por Georgie Dann, que permitía moverse continuamente casi sin salirse de una baldosa.

No tenía ningún secreto, consistía en lanzar dos veces una pierna hacia la izquierda y luego, la otra, dos veces a la derecha, y, a continuación, saltar hacia adelante una vez y retroceder de nuevo. Siguiendo mentalmente la secuencia se observa que después de seis movimientos uno no se ha movido del sitio. Pues eso es lo que pasa con ERC. Mucho movimiento pero no se mueve del sitio. Y, además, se lo pasa bien porque está consiguiendo lo que pretende y casi sin sudar la «camiseta».

El desgaste político es todo para CiU, que aparece como el responsable de los ajustes económicos y las medidas negativas, sin que por el contrario se beneficie de los movimientos soberanistas que también encabeza. Según las encuestas, ERC le ha ganado la mano entre el electorado independentista hasta el punto de que ya anuncian el «sorpasso». Y eso, como decía Helenio Herrera, «sin bajar del autobús».

Ellos no son unos extraños nacionalistas que no quieran gobernar su país sino que están esperando hacerlo sin las ataduras de CiU. Por eso cuesta tanto creer que acepte subirse al Govern y asumir la corresponsabilidad de conducirlo. La respuesta no es patriótica sino el resultado de un frío cálculo electoral. Y, por eso, se entiende bien que el Govern le lance un ultimátum. Necesita taponar esa brecha y no dejar de dar la sensación que todo está parado hasta que deshojen la margarita.