El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, dejó ayer más que clara su postura y la del sector al que representa con respecto a la tasa turística que pretende implantar el Consell: están absolutamente en contra. Sin matices, sin treguas, no consideran que sea un impuesto beneficioso para los hoteleros, más bien discriminatorio.

Así lo explicó tras presidir el Consejo Valenciano de Turismo, donde todo el sector votó con respecto a esta medida. Ganó el «no» por una abrumadora mayoría, tal y como indicó Colomer, que llegó a afirmar en el trascurso de la reunión que se opondrá a esta tasa aunque le cueste el cargo, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes del Consejo Turístico. Cabe señalar que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, también socialista como Colomer, se ha mostrado a favor de estudiar la imposición de este impuesto, si bien es cierto que se ha motivado desde la Conselleria de Hacienda, dirigida por otro socialista, Vicent Soler.

El secretario autonómico esgrimió algunos argumentos para posicionarse en contra del nuevo impuesto, como por ejemplo lo injusto de gravar con otro tributo a los alojamientos legales, cuando existe una bolsa de 150.000 ilegales. Además, consideró que tampoco es equilibrado imponer una tasa únicamente sobre el alojamiento, y mostró su preocupación por que se asocie la tasa con la desmasificación de una ciudad o el aumento de la calidad.

En Les Corts, la portavoz del PP, Isabel Bonig, lanzó una oferta al presidente Puig inédita en esta legislatura. Se comprometió a votar a favor de los Presupuestos Generales si rechazaba la tasa turística. La popular le garantiza así 30 votos con los que podría contar para aprobar sus las cuentas. «No necesitará los ocho votos de Podemos, aquí está el PP para ayudarle».

Podemos es el principal promotor de la tasa y quiere se incluya en la Ley de Acompañamiento.