Carmena desafía a la Comunidad con su placa del 15-M

Homenajeará hoy en Sol al movimiento «indignado» incumpliendo la Ley de Patrimonio de 2013. Tuvo la oportunidad de solicitar permisos al Gobierno regional hace dos años, pero no entregó la documentación pertinente.

Manuela Carmena se ha propuesto reverdecer los viejos y rebeldes laureles que posibilitaron que «ayuntamientos del cambio» como el suyo se hicieran con las grandes capitales: el movimiento 15-M de 2011. Justo en pleno pulso con Pablo Iglesias por la configuración de las listas electorales, la alcaldesa ha querido lanzar un guiño a las bases de la formación morada en forma de placa. Con la inscripción «El pueblo de Madrid, en reconocimiento al movimiento 15-M. Dormíamos, despertamos», será colocada hoy a las 19:00 horas en Puerta del Sol, cuna de aquel movimiento conocido popularmente como el de los «indignados». Están confirmadas las presencias del delegado del Área de Participación Ciudadana, Pablo Soto, y del delegado del Área de Economía, Jorge García Castaño. Todo listo para este homenaje... salvo por un detalle importante: el Ayuntamiento no cuenta con los permisos pertinentes.

LA RAZÓN adelantó el pasado domingo que el Consistorio no había solicitado la autorización a la Comisión Local de Patrimonio, perteneciente a la Comunidad de Madrid. Como reinicidieron ayer desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, el artículo 19 de la Ley 3/2013 del Patrimonio Histórico de la región señala que es este organismo el que «debe autorizar las intervenciones en los bienes muebles e inmuebles de Interés Cultural», con un plazo de dos meses para resolver cada expediente. El entorno de la Puerta del Sol está considerado Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que la petición de autorización es un trámite obligado.

¿La pidió el Ayuntamiento? Fuentes de la Consejería aseguran que no. Es más: explican que, en abril de 2016, el Consistorio de Carmena sí presentó a la Comisión Local de Patrimonio un proyecto de reforma de la Puerta del Sol que incluía una inscripción en una fuente que homenajearía al 15-M. Entonces, la Comisión valoró el proyecto y lo consideró «viable». Como reza el documento al que ha tenido acceso este diario, fechado el 29 de abril de hace dos años, aquellas obras se «autorizaban como una primera fase de un Plan de Intervenciones». Pero para su aprobación definitiva, establecía una «prescripción» al Ayuntamiento, algo habitual en procesos de este calado: debía aportar «documentación gráfica –planos a escala y acotados– y fotográfica suficiente» que permitiría «valorar adecuadamente la propuesta». Y es que, entonces, el Consistorio se limitó a presentar «un fotomentaje sin escala gráfica alguna» y, por tanto, sin «valor técnico». Además, en relación con las letras de la inscripción relativa al 15-M, debía detallarse la tipografía y el tamaño exacto de las mismas, así como el sistema de instalación. Sin embargo, fue la última toma de contacto entre la Comunidad de Madrid y el equipo de Carmena, que no aportó la documentación exigida.

Esta fue la primera de las falsedades en las que, a juicio del Gobierno regional, incurrió Ahora Madrid, que filtró ayer que sí contaba con autorización. Después, el Ayuntamiento también aseguró que en el emplazamiento de la Puerta del Sol ya hay otras placas dedicadas a José Luis Borges, a Amador Cuesta y al Café de la Montaña –local al que acudía asiduamente Valle Inclán– para las cuales no se había solicitado autorización. Y añadieron que la Comunidad de Madrid tampoco impidió al Ayuntamiento colocar en marzo de 2017 una placa en la Casa de las Siete Chimeneas, también BIC, y que sirvió como homenaje a las mujeres de la Generación del 27. Según señalaron ayer fuentes municipales, si la Comunidad «ha decidido cambiar los procedimientos debe enviar un requerimiento formal al Ayuntamiento».

Sin embargo, fuentes de la Consejería de Cultura aclararon que las tres primeras placas aludidas por Ahora Madrid se colocaron entre los años 1992 y 2002. Es decir, once años antes, por lo menos, de que entrara en vigor la Ley del Patrimonio Histórico que obliga al Ayuntamiento a pasar por la Comisión Local. Y en lo que respecta a la situada en la Casa de las Siete Chimeneas, explican que este inmueble es «un bien propiedad del Estado, por lo que la Comunidad no tiene competencias al respecto. La autorización debería haber corrido a cargo de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura o de la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento».

En resumen, Ahora Madrid parece haberse quedado sin argumentos para justificar su homenaje de hoy, salvo el factor emocional –y electoral– de recordar al movimiento que supuso el germen de Podemos. ¿Qué ocurrirá entonces hoy, con la colocación de la placa en el número 10 de la Puerta del Sol? Si el Ayuntamiento prosigue con un acto que incumple la ley, el Gobierno regional tiene pensado «tomar todas las medidas pertinentes que garanticen la salvaguarda del patrimonio», como podría ser la apertura de diligencias.