Política

Ayuntamiento de Madrid

El PP niega la firma del pacto que le exige Vox en Madrid

Crisis en el primer día del acuerdo en Madrid. El PP dice que Vox va de farol. Vox habla de «estafa»

Las negociaciones para el futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid en el aire por la crisis en el Ayuntamiento / Foto: Cipriano Pastrano
Las negociaciones para el futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid en el aire por la crisis en el Ayuntamiento / Foto: Cipriano Pastranolarazon

Crisis en el primer día del acuerdo en Madrid. El PP dice que Vox va de farol. Vox habla de «estafa».

Primera crisis en el Gobierno del Ayuntamiento de Madrid en el primer día hábil de gestión desde su constitución en virtud del acuerdo entre PP, Ciudadanos (Cs) y Vox. Por el que el popular José Luis Martínez Almeida fue elegido alcalde y Begoña Villacís (Cs) se hizo con el «trono» de la Vicealcaldía.

Vox dice ahora que pactó con el PP darse un plazo de 20 días para integrar a sus representantes «en concejalías de gobierno y puestos de responsabilidad directiva de entes municipales». El PP niega que firmara esa cláusula. Pero lo único seguro es que alguna de las dos partes miente, y que Vox amenaza con hacer público el documento del acuerdo que ignora Cs, a pesar de que sea la base del poder que ha conseguido ostentar en el Ayuntamiento de la capital. El problema se resolvería de inmediato, o al menos se aclararía quién dice la verdad, si el supuesto documento del acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento se hiciera público. Pero el PP no da señales de vida y Vox amaga con filtrarlo, sin más.

La crisis, con declaración de ruptura de relaciones con el PP por parte de Vox hasta que cumplan lo prometido, desgasta a todas las partes porque deja en evidencia las ansias compartidas por coger sillón y el poco valor de la palabra en este modelo de hacer política. Pero en medio del ruido Cs se equivoca si piensa que su estrategia de hacer como que no va con ellos les salva de la quema. Al contrario, la percepción ante la opinión pública es que ellos están en el pacto, pura matemática ya que aunque no haya fotos, sin los votos de Vox no estarían en el poder.

La crisis entre PP y Vox coloca también a Cs en un lugar muy incómodo. Han participado en un reparto de poder, con Vicealcaldía incluida, sobre la base de un pacto oculto con Vox. Y en el que al menos el PP puede sostener que ellos han pillado el mejor trozo del pastel, la jefatura de la Alcaldía de Madrid, pero Cs se queda como consorte, ha facilitado ese gobierno a Pablo Casado y es cómplice de los acuerdos en los que se sostiene. En Cs se preguntaban ayer hasta cuándo «van a hacerse los sordos y los ciegos» Albert Rivera y Villacís. El primero dentro de su estrategia de someterlo todo a su interés personal por librar en el Congreso de los Diputados con Casado la batalla por el liderazgo de la oposición. Y Villacís, en su necesidad de convertir en poder institucional, «como sea», sus resultados electorales, como le reprochan voces dentro de la formación naranja.

Esta «ruptura» de relaciones del PP con Vox siembra la incertidumbre sobre el futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid en pleno proceso de negociación. Y donde Vox, como anunció en este periódico la pasada semana Santiago Abascal, también exige una representación en el Ejecutivo autonómico, no en segundos niveles, proporcional a sus escaños. De «varias» concejalías habló Abascal en la citada entrevista. Génova niega que haya ningún documento en el que se comprometan a ceder puestos en el primer nivel de gobierno, dicen que es una invención de Vox, y siguen confiando en que el partido de Abascal acepte tener un papel parecido al de la Junta de Andalucía, es decir, que preste sus escaños desde fuera del Consejo de Gobierno y sin que sus líneas rojas aparezca en las bases programáticas.

Si es pura pose se verá en los próximos días, pero Vox rompió ayer la baraja con un comunicado en el que señala directamente al secretario general de los populares, Teodoro García Egea, al que atribuye el acuerdo firme alcanzado el pasado día 15, y que contempla el citado plazo de 20 días desde la constitución de los ayuntamientos para integrar en concejalías de gobierno y puestos de responsabilidad directiva de entes municipales a representantes de Vox. El comunicado habla en términos generales de los ayuntamientos, sin aludir expresamente al caso de Madrid. Pero de manera implícita sí lo incluyen dentro de los «acuerdos para la conformación de gobiernos de coalición». Si se incumple lo acordado, «evidentemente actuaríamos». «Vox siempre habla claro. Ante la avalancha de declaraciones y falsas informaciones sobre dicho acuerdo, Vox quiere aportar luz y claridad», argumenta el comunicado. Habría «luz y claridad» si se hiciera público en su literalidad el contenido del acuerdo.

¿Ciudadanos ignoraba lo firmado por PP y Vox? ¿PP y Vox sólo han llegado a un acuerdo de palabra en lo más relevante, abierto a interpretaciones, y sin concretar los repartos de responsabilidades? ¿Cuál es el programa? La negociación en Madrid cojea en estos tres puntos con respecto al modelo andaluz. Los pactos con Vox son, sin duda, un problema mayor para Rivera. Pero su contenido también genera tensiones dentro del PP. Ya advirtió Alberto Núñez Feijóo que no querían que Vox entrara en los gobiernos.