Ayuntamientos

La factura de la Memoria Histórica en los locales: tres millones de euros

Carmena prometió abrir una línea de subvenciones para ayudar a los 1.813 negocios afectados.

En Capitán Haya hay varios negocios que deberán cambiar sus rótulos
En Capitán Haya hay varios negocios que deberán cambiar sus rótuloslarazon

Carmena prometió abrir una línea de subvenciones para ayudar a los 1.813 negocios afectados.

Cincuenta y dos calles de la capital cambiarán su denominación en las próximas semanas. Lo harán físicamente, esto es, en las placas que figuran en las esquinas de cada vía y en el resto de letreros y señalizaciones urbanas y de tráfico, porque el Gobierno de Manuela Carmena ya aprobó su sustitución en el callejero oficial de la ciudad hace más de un mes. De hecho, las empresas y los vecinos de alguna de las calles afectadas ya han podido comprobar desde hace semanas que en cualquier trámite municipal que se hayan visto obligados a efectuar, figura ya la nueva nomenclatura. Son 52 calles que contenían en su nombre referencias franquistas y que el Pleno de la capital –con el voto favorable de todos los grupos salvo la abstención del PP– avaló renombrar tal y cómo había propuesto previamente el Comisionado de la Memoria Histórica, órgano que fue aprobado también con el consenso de todos los grupos y a cuyo frente está la socialista Francisca Sauquillo.

El cambio de las placas y del nombre oficial de estas vías significará el pistoletazo de salida de nuevas modificaciones que llevarán aparejados costes económicos. Al margen de los trastornos que esta sustitución pueda ocasionarle a los vecinos que residen en estas vías, el coste más importante tendrán que asumirlo las empresas. Su rotulación y papelería, las páginas web de estos negocios, así como el resto de soportes y contenidos en los que figura su domicilio social deberán ser modificados. El pasado mes de abril, el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente, avanzó que el Ayuntamiento tenía previsto destinar una línea de subvenciones a los afectados por el renombre de las calles en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Desde que entonces se esbozó la idea, el consistorio no ha vuelto a informar a este respecto ni se ha puesto en contacto con los afectados. El pasado 1 de junio, día en el que la Junta de Gobierno aprobó oficialmente la entrada en vigor del nuevo callejero, la portavoz del Ejecutivo de Ahora Madrid, Rita Maestre, anunció la constitución de una comisión de seguimiento encargada de dar forma a estas subvenciones y también del envió de cartas informativas a los negocios y vecinos ubicados en estas calles y plazas.

El hecho de que los plazos avanzados desde Cibeles se hayan cumplido –el equipo de Carmena insistió en varias ocasiones en que las nuevas placas llegarían a finales de junio–, ha disparado la inquietud entre muchos pequeños y medianos empresarios. Pero, ¿cuántos negocios se verán afectados? El cálculo es complejo. El censo de locales oficial del Ayuntamiento sitúa esta cifra en el entorno de los 2.000 establecimientos. En concreto, según esta herramienta –en la que también ya figuran las nuevas nomenclaturas–, apunta a que los locales abiertos a día de hoy en las 52 vías «purgadas» son 1.813. En esta suma están incluidos los locales a pie de calle, los interiores y los agrupados, es decir, los ubicados dentro de mercados, galerías o centros comerciales. La primera teniente de alcalde, Marta Higueras, tendrá que informar mañana en comisión de los planes del consistorio para ayudar a estos comercios. Lo hará para responder a una pregunta de la edil del PP Almudena Maíllo. Según el grupo popular, el coste para cada local se sitúa entre los 1.500 y los 3.000 euros. Con estas cifras, el coste final para las empresas oscilaría entre los 2,7 y 5,4 millones de euros.

Hasta ocho de las calles afectadas cuentan con, al menos, un centenar de locales. Al frente de este ranking está la antigua calle de los Hermanos García Noblejas (que pasará a ser la avenida de la Institución Libre de Enseñanza), en San Blas, con 199 negocios. Junto a ella, destacan vías como la nueva calle de Blas Cabrera –antigua calle del General Romero Basart–, con 154 locales; la avenida de Las Águilas–antes, del General Fanjul–, con 153 pequeños y medianos comercios; la calle de San Germán –hasta ahora, General Yagüe– con 146 locales; la calle Edgar Neville –antigua General Moscardó–, con 127 locales; el nuevo paseo de Marcelino Camacho –hasta ahora denominado paseo de Muñoz Grandes–, con 108 locales; o lacalle del Comandante Zorita que pasará a ser del Aviador Zorita y con 102 locales, 69 de ellos a pie de calle. En el extremo contrario están las vías que, bien por sus cortas dimensiones o por su configuración, no cuentan con ningún comercio ni local. Esto ocurre en siete de las vías modificadas: la travesía del General Franco –que pasará a ser la calle de Diego Torres Villarroel–; la plaza de Arriba España –nueva plaza de la Charca Verde–; la calle de Juan Vigón –cuya nueva denominación homenajeará a Melquíades Álvarez–; el paseo del General sagardía Ramos –convertido ahora en el paseo de la Maestra María Sánchez Arbós–; la calle de los Héroes del Alcázar –ahora calle de la Filósofa Simone Weil–; la calle del General Aranda –nueva calle de Matilde Landa– y la glorieta de Cirilo Martín –cuyo nuevo nombre es el de Ramón Gaya–.