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La Policía Nacional ha liberado en Madrid a una menor de edad captada a través de redes sociales por un ciudadano rumano, que simulaba una relación sentimental para luego aludir a la necesidad de obtener dinero para ambos y exigir a la menor que ejerciera la prostitución.

La Policía Nacional ha liberado en Madrid a una joven de 16 años que estaba siendo forzada a ejercer la prostitución por el método del «loverboy». Según indicaron los agentes al cargo del caso, la menor había sido captada por un ciudadano de origen rumano de 25 años a través de las redes sociales. El presunto delincuente, que ya ha sido detenido, simulaba tener una relación sentimental con la menor y se escudaba en la necesidad de obtener dinero para ambos para exigirle que practicara la prostitución.

La alarma saltó después de que los operadores del teléfono de atención a las víctimas de trata recibieran una llamada de un familiar de la menor en la que explicaba que la joven se había escapado del domicilio donde residía con su madre y su hermana. Los investigadores confirmaron que la chica estaba siendo obligada a abandonar el hogar familiar en periodos de cuatro o cinco días por semana sin informar a su progenitora de su paradero, pero admitiendo después que había pasado ese tiempo con su novio en Coslada.

En menos de 24 horas, los agentes de la Policía Nacional actuaron, liberaron a la mujer y detuvieron a su supuesto captor, al que ahora se le imputa el delito de trata de seres humanos en grado de tentativa, y también de inducción al abandono del domicilio familiar.

De la operación se encargó la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría Central de Extranjería y Fronteras, un organismo que se puso en marcha en 2013 para luchar contra de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. El año pasado, este servicio recibió 881 llamadas de teléfono (al 900.10.50.90) y 764 correos electrónicos (a trata@policia.es), unas informaciones que dieron lugar a once operaciones que se saldaron con 58 detenidos y con la puesta en libertad de 52 víctimas, cinco de ellas menores de edad.