Comunidad de Madrid

Un 43% más de reservas de agua...

Tras las intensas lluvias y el deshielo, pantanos, pozas y piscinas naturales se encuentran al máximo de su capacidad y se preparan para recibir una avalancha de bañistas

Los madrileños aprovechan en los días de calor los recursos naturales de la Comunidad, como las pozas de Las Presillas de Rascafría
Los madrileños aprovechan en los días de calor los recursos naturales de la Comunidad, como las pozas de Las Presillas de Rascafríalarazon

MADRID- Después de sufrir el invierno más lluvioso desde hace 16 años y de que los 14 embalses del Canal de Isabel II superasen cotas como tampoco se veía desde hacía más de una década, la Comunidad de Madrid se ha topado con una inminente ola de calor que ha encendido todas las alarmas.

El verano ha llegado de golpe, pero la región tiene este año más recursos que nunca. Y nada mejor para combatir las altas temperaturas que un buen baño. Aunque ya se encaragaron Los Refrescos de subrayar que en Madrid no hay playa, la capital cuenta con 63 piscinas municipales y decenas de pozas, pantanos y albercas naturales que este verano, después de lo llovido en primavera, están en su mejor momento.

Marzo de 2013 pasará a la historia como el mes más lluvioso en España desde 1947, cuando comenzaron a registrase datos de las precipitaciones. Y Madrid fue una de las comunidades que más agua recogió durante el mes de abril. Estos datos, unidos al deshielo de las últimas semanas, ha dado como resultado que los embalses madrileños se encuentren al 92,6 por ciento de su capacidad, cuando el año pasado por estas fechas se situaban al 64,81 por ciento, es decir, casi 30 puntos por encima con respecto a 2012. O lo que es lo mismo, están un 42,9 por ciento más llenos que el pasado año.

El Atazar está al 97,90 por ciento de su capacidad (426 hectómetros cúbicos), cuando el año pasado se encontraba a 69,01 por ciento. Le siguen los embalses de Santillana, al 96,70 por ciento frente al 65,93 por ciento del año pasado, y El Villar, al 93,30 por ciento respecto al 78,26 por ciento en 2012.Tanto crecieron los embalses que durante los meses de marzo y abril la Comunidad se vio obligada a desembalsar agua durante diez días. Algo que no se veía desde hacía décadas. Todas estas lluvias dejaron agua en los embalses (donde está prohibido el baño) para abastecer a la Comunidad durante los próximos dos años. Pero también para que el baño en sus piscinas y pantanos autorizados sean más agradables, y fríos por el deshielo, que nunca.

La primera ola de calor, que desde el jueves se registra la región, ha llevado a los madrileños a llenar todos los puntos de la región en los que el agua es la protagonista. Pozas, gargantas, embalses y piscinas naturales se han convertido este fin de semana en el refugio para todos aquellos que no han podido escaparse a la playa.

Los mejores «oasis»

Una de las más famosas está a sólo 50 minutos desde la Puerta del Sol: Las piscinas naturales de Cercedilla, en el área recreativa Las Dehesas, son unas pequeñas pozas en el transcurso del Arrollo de la Venta (Valle de la Fuenfría), que más abajo será el río Guadarrama. Sus piscinas naturales están tratadas con cloro. Posee baños, quiosco de información, aparcamiento, mesas, fuentes y rutas para los amantes del senderismo.

Más adelante, a 70 kilómetros de Madrid, en San Martín de Valdeiglesias, se sitúa el pantano de San Juan. Se trata del único embalse de la Comunidad autorizado para el baño, donde es posible practicar deportes náuticos y actividades acuáticas a motor. Además, cerca de esta localidad se encuentra también la Lancha del Yelmo, otra zona recreativa donde se puede disfrutar de sus excelentes piscinas naturales para bañarse y practicar deportes de ocio y aventura.

A unos 74 kilómetros de la capital, los madrileños pueden disfrutar de las piscinas de Buitrago de Lozoya que se encuentran en el área de Riosequillo. Desde el pasado 25 de junio y hasta el 28 de agosto, el Canal Isabel II Gestión tiene abiertas las puertas a estas piscinas naturales. Por ser de las más visitadas, están equipadas con instalaciones deportivas, agua clorada, restaurante, y en un entorno natural apto para el senderismo. A las ya mencionadas, su suman tantas otras playas de agua dulce donde poder disfrutar del verano. La zona de la Presa de la Isla, la Cascada del Purgatorio, las Presillas de Rascafría, o la presilla de Canencia. Todas ellas se encuentran en el cauce del río Lozoya, lugares mágicos y fascinantes para pasar un fin de semana o unas vacaciones de turismo. Así que, en contra de lo que cantaban Los Refrescos, además de «el Oso y el Madroño, Cibeles y Torrespaña», aquí, en Madrid, sí hay playa.