Blanca y masiva Navidad

SEVILLa- Una tarde templada que parecía primavera, bullas, ambiente festivo... La Navidad en Sevilla, y más en el centro, no recrea los espacios silenciosos y solitarios de los cuentos de Dickens. Todo es aglomeración, ruido y trasiego de compras. En su esfuerzo por revitalizar el casco histórico en estas fechas, el Ayuntamiento organizó ayer una singular iniciativa que contó con un seguimiento masivo. Canción: «Oh, blanca Navidad». Intérpretes: Hugo Salazar y las casi 15.000 personas que se dieron cita en la plaza de San Francisco para participar en «el mayor evento navideño jamás cantado». El objetivo era reunir al máximo de personas posible para cantar este popular villancico, cuya letra quedó impresa en la fachada del Consistorio minutos antes de la proyección del «mapping» de las 19:00 horas.

Casi una hora antes del comienzo del recital la gente ya se agolpaba en la plaza. Pero la bulla fue creciendo hasta el punto de que los espectadores llegaban hasta la mitad de la avenida de la Constitución y las calles Hernando Colón, Entrecárceles y Sierpes. Carlos Crivell hace de «speaker» y presenta al «triunfito», que salta al escenario entre los vítores del público. «Aquí no canta Hugo Salazar, aquí canta Sevilla», y la plaza entra en ebullición. «Que en el mundo entero se enteren de los bien que cantan los sevillanos». Con estas consignas se metió al público en el bolsillo y comenzó el villancico, cuya letra quedaba proyectada en verde. La nieve puso el punto de teatralidad que le faltaba al evento. Pero el concierto no quedó aquí. A modo de «bonus track», y llevado por el clamor popular y la entrega de los asistentes, Hugo se arrancó con un tema mucho más castizo: «Ande, ande, ande, la Marimorena». Aquí se notó más el entusiasmo de los presentes.

Tras este concierto colectivo se proyectó el «mapping», en una de sus sesiones más multitudinarias. El público comenzaba a disolverse y, mientras, por la calle Sagasta, discurría una manifestación contra las causas del hambre, el paro y la esclavitud infantil. En fila india, y con velas y carteles, desfilaban sorteando a los compradores y los comerciales que ofrecían productos. Contrastes en el preludio de la Nochebuena.