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Repsol

De la atmósfera a tu coche: retirar CO₂ para fabricar combustibles sintéticos

Producidos con dióxido de carbono retirado de la atmósfera e hidrógeno renovable, los ‘e-fuels’ son compatibles con los vehículos y las infraestructuras de repostaje actuales

Combustibles sintéticos
Los combustibles sintéticos se presentan como una alternativa más para descarbonizar la movilidadlarazonUnsplash

La movilidad eléctrica es una de las tecnologías que está más desarrollada en el camino para reducir las emisiones del transporte. Pero no es la única: alternativas como los combustibles sintéticos (también llamados e-fuels), se presentan como una opción más que viable para descarbonizar este sector.

Qué son los combustibles sintéticos y qué ventajas tienen

La novedad de los carburantes sintéticos radica en que se utiliza CO₂ retirado de la atmósfera como materia prima para su fabricación, además de hidrógeno renovable obtenido al separarlo de la molécula del agua. «La misma cantidad de CO₂ que se recoge del aire se emplea en los vehículos. De esta forma, generamos un círculo de reutilización del CO₂ y no incorporamos nuevo dióxido de carbono a la atmósfera, por lo que no se contribuye al cambio climático», apunta Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad en Repsol Technology Lab. El balance neto de emisiones de CO₂ es de cero.

Los e-fuels se pueden utilizar en motores de combustión como los que se instalan actualmente en los automóviles de todo el mundo, así como con las infraestructuras existentes de distribución y repostaje. ¿Por qué? Pues porque tienen «unas características químicas equivalentes a las de los combustibles que conocemos: las gasolinas, los gasóleos o los querosenos», afirma Aríztegui.

E-fuels para completar la descarbonización de la movilidad

Los combustibles sintéticos se presentan, pues, como una alternativa más para descarbonizar la movilidad del futuro, junto a los biocombustibles avanzados, el hidrógeno renovable o la electrificación. Y en este sentido, su principal ventaja es que pueden servir para reducir la huella de carbono de los sectores del transporte que recorren largas distancias. José Manuel Serra, profesor investigador del Instituto de Tecnología Química, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y el CSIC, considera que «los combustibles sintéticos previsiblemente se dirigirán a aquellos segmentos que necesitan más autonomía. Por ejemplo, los vehículos pesados que transportan mercancías por carretera, los trayectos en barco o los viajes comerciales en aviones de larga distancia son candidatos ideales para utilizarlos».

Víctor García, secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio Comunidad de Madrid (AEESCAM), afirma que el desarrollo del vehículo eléctrico es «importante y, por supuesto, tendrá un sitio fundamental en el futuro de la movilidad, pero no puede ser la única alternativa». Para él, uno de los principales motivos reside en que el Gobierno de España quiere llegar al 2050 con un saldo de emisiones netas cero. «Eso implica descarbonizar todo el proceso: del pozo a la rueda, del principio al final», por lo que hay que tener en cuenta todo el ciclo de vida, incluida la fabricación del vehículo y la producción de energía, asegura.

Un hombre reposta gasolina en una gasolinera de Barcelona, a 11 de marzo de 2022.
Un hombre reposta gasolina en una gasolinera de Barcelona, a 11 de marzo de 2022.David ZorrakinoEuropa Press

Combustibles sintéticos, una oportunidad para España

En vista del importante papel que los e-fuels pueden desempeñar en la movilidad del futuro, en España ya se desarrollan los primeros proyectos. En el Puerto de Bilbao, Repsol pondrá en marcha en 2024 la primera planta que producirá combustibles sintéticos con cero emisiones netasa partir de hidrógeno renovable y CO₂ retirado de la atmósfera. La inversión inicial ronda los 60 millones de euros.

Innovaciones como esta podrían reducir considerablemente nuestra dependencia energética del exterior. «La materia prima está aquí y la industria de refino también, pero es imprescindible que desde la Unión Europea y desde España se genere una seguridad jurídica para acometer las grandes inversiones necesarias y, sobre todo, que no se penalice a unas tecnologías en beneficio de otras», incide el secretario general de AEESCAM, en relación a las prohibiciones que pretenden implementarse a los motores de combustión para el año 2035. «Los combustibles renovables son perfectamente compatibles con los objetivos de descarbonización, y no podemos dejar pasar esta oportunidad de desarrollo industrial y de empuje económico. Podemos ser líderes en una tecnología de futuro e imprescindible para la transición energética».

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