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Tecnología
Cómo la IA generativa está revolucionando el mundo laboral en España
La inteligencia artificial pasa de la teoría a la práctica: en Repsol, cada empleado ahorra más de dos horas por semana gracias a su "copiloto inteligente"

Imagina llegar a la oficina un lunes por la mañana. En tu bandeja de entrada, veinte correos urgentes; en tu calendario, tres reuniones encadenadas; en tu escritorio, un informe de 80 páginas que deberías haber leído el viernes. Hasta hace poco, este escenario era sinónimo de estrés. Hoy, muchos empleados cuentan con un "copiloto inteligente" que les libera horas de trabajo: la inteligencia artificial generativa.
"Pensaba que era una tecnología para gente joven, de otra generación. Pero cuando empecé a trabajar con ella me di cuenta de que no: es para cualquiera", asegura Piedad Rodríguez, del área Económico-Financiera de Repsol. Tras casi 30 años en la compañía, su primer contacto con la IA fue revelador: "Tenía que redactar un correo sensible para un proveedor. Le pedí ayuda a Copilot y fue todo un éxito".
No es la única sorprendida. Álvaro Guerrero, del área de Cliente, recuerda la primera vez que usó esta herramienta: "Mis compañeros habían grabado una reunión a la que no pude asistir. Le pedí a la IA un resumen; en segundos tenía un informe perfecto". Carmen Alabau, en Transformación Industrial y Economía, se fija en otro detalle: "La calidad con la que sintetiza documentos y prepara presentaciones es increíble. Siempre encuentra una respuesta adecuada a lo que preguntas".
Los tres coinciden en que la IA generativa se ha convertido en su copiloto imprescindible. "Es como tener un aliado que te ayuda a avanzar más rápido", dice Alabau. Guerrero va más allá: "Igual que nadie se plantea trabajar sin internet, yo tampoco me imagino hacerlo sin IA generativa".
Cuatro meses que cambiaron la rutina
Las vivencias de Piedad, Álvaro y Carmen son parte del piloto que Repsol lanzó con Microsoft 365 Copilot, la solución de IA generativa integrada en aplicaciones como Word, Excel o Teams. Durante cuatro meses, 600 empleados participaron en la prueba tras recibir formación específica.
Los resultados publicados en la revista MIT Technology Review —editada por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts— son contundentes:
- 121 minutos ahorrados por semana y empleados en tareas rutinarias.
- Un 16,2% más de calidad en los documentos generados con la ayuda de Copilot.
- Y dos de cada tres empleados no querrían volver a trabajar sin esta herramienta.
Estas cifras que evidencian la mejora en eficiencia, calidad de entregables y experiencia de trabajadores, llevaron a la compañía a diseñar un plan para extender el uso de la inteligencia artificial generativa a sus más de 25.000 empleados.
España pisa el acelerador

El caso de Repsol refleja una ola que recorre oficinas de todo el mundo. Según Microsoft, tres de cada cuatro trabajadores del conocimiento —es decir, profesionales cuyo trabajo depende principalmente del manejo de información, como analistas, ingenieros, abogados o gestores de contenidos— ya utilizan IA en su día a día. España ocupa un lugar destacado: somos el cuarto país europeo y el noveno del mundo en adopción de IA generativa, según LinkedIn.
Y las empresas lo tienen claro. La consultora IDC estima que el 62% de las grandes compañías españolas ya emplea IA y otro 25% planea hacerlo en los próximos dos años. ¿La razón? No es solo cuestión de eficiencia: los proyectos actuales muestran un retorno de inversión superior al 280%.
"Estamos ante un cambio de paradigma comparable al de internet", afirma Antonio Cruz, director de Modern Workplace en Microsoft España. "Dentro de poco acudiremos a la IA con la misma naturalidad con la que hoy buscamos información online".
Pero no basta con encender la máquina y esperar milagros. La IA generativa requiere nuevas habilidades. "La calidad de la respuesta depende de la calidad de la interacción. No es apretar un botón, es dialogar con la herramienta", advierte Cruz.
Formarse para volar más alto (y más rápido)
En Repsol, antes de usar Copilot cada empleado recibe formación. "La IA nos ayuda como copiloto, aunque los pilotos seguimos siendo nosotros, la responsabilidad siempre está en las personas", recalca Guillermo Lorbada, gerente de Nuevas formas de trabajo en Repsol.
"Al final, la IA generativa nos exige activar nuestra curiosidad para aprender y adaptarnos rápido. Además para poder transformar cómo trabajamos hemos aprendido que es imprescindible reinventar la forma de trabajar integrando la IA generativa en el día a día", aclara. "Y lo más importante es que complementa y multiplica nuestras capacidades. Igual que no concebimos trabajar sin internet, pronto no concebiremos hacerlo sin un copiloto inteligente".

Para Repsol, recuerda Lorbada, "la IA es una tecnología clave en nuestra transformación digital desde 2017" y añade que "con la irrupción de la IA Generativa creamos el Centro de Competencia de IA Generativa porque desde el principio tuvimos claro que queríamos asumir un rol pionero y adoptarla para extraer su máximo potencial tanto para las personas de nuestra organización como para los negocios".
Lo que comenzó como un apoyo para redactar correos o resumir reuniones se ha convertido en una transformación profunda. Los trabajadores lo sienten en su día a día: menos horas invertidas en tareas mecánicas, más tiempo para lo estratégico, más creatividad.
"Hay que aprender a darle las instrucciones adecuadas. Una vez le pillas el truco, todo fluye", cuenta Guerrero. Rodríguez apunta al ahorro tangible: "Cada día nos llegan nuevos documentos; antes me pasaba horas comparándolos, ahora la IA lo hace en segundos y yo me concentro en lo que aporta valor añadido". Alabau aconseja a quienes aún dudan: "Que no tengan esa barrera inicial. La IA no viene a hacer tu trabajo, sino a ayudarte a hacerlo mejor".
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