Yates de lujo

Flying Fox: ya se puede alquilar uno de los yates más grandes del mundo

Un interior inspirado en el sereno estilo japonés, impresionantes terrazas y hasta dos helipuertos convierten a este barco en un paraíso sobre el mar por 3,9 millones de dólares a la semana.

Vista de Flying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo, desde una paradisiaca playa.
Vista de Flying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo, desde una paradisiaca playa.Guillaume Plisson Pro for Imperial YachtsVista de Flying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo, desde una paradisiaca playa.

136 metros de largo han convertido a este impresionante barco en el yate para alquiler privado más grande del mundo. Porque sí, aunque parezca raro, esta majestuosidad puede alquilarse, eso sí, no está al alcance de todos los bolsillos.

Construido por el astillero holandés Lürssen en colaboración con Imperial Yachts, el espacio disponible tanto interior como exterior es una de las características principales del Fliyng Fox, que ha sido diseñado para que cada zona ofrezca a sus afortunados huéspedes una experiencia única, ya sea en un salón de dos plantas con vistas al mar o en una sala de cine para pasar un rato de entretenimiento. Lo cierto es que cada pequeño detalle está pensando para brindar una experiencia de lujo inolvidable a aquellos que tengan la oportunidad de acceder a él.

Una impresionante piscina situada detrás de la cubierta principal, dos grandes helipuertos, amplias terrazas y todo lo necesario para practicar todo tipo de deportes acuáticos se ponen al servicio de los clientes más exigentes y exclusivos. Por supuesto, a bordo no falta la mejor gastronomía servida por un preparado servicio.

Flying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo.
Flying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo.Guillaume Plisson Pro for Imperial YachtsFlying Fox, uno de los barcos más grandes del mundo.

El interior del barco, que ha corrido a cargo de Mark Berryman Design, está inspirado en el diseño japonés para crear un ambiente tranquilo y sereno. Para ello, se han utilizado colores claros y materiales como el bambú, el cuero o las piedras finas. Además, la presencia de vegetación hace que el exterior forme parte de la parte interior de una forma armoniosa. Hasta 25 personas pueden alojarse en este exclusivo barco que cuenta con una impresionante suite -con salón de belleza y chimenea incluidas- y otros 10 camarotes con terraza propia. Por tener tiene hasta su propio acuario o un centro de entrenamiento de buceo a bordo, sin olvidarnos de un impresionante spa.

Aunque se desconoce quién es el dueño de este impresionante yate, el Flying Fox ya ha surcado los mares. Su primera parada fue Noruega, para después seguir navegando por el Mar Mediterráneo donde ha sido visto en lugares tan exclusivos como Cannes, Capri y Cerdeña.

Como hemos dicho, este yate está disponible para alquilar. ¿El precio? Nada asequible para el común de los mortales, porque alquilar una semana este paraíso sobre el mar cuesta la friolera de 3,9 millones de dólares. Todo un lujo al alcance de muy pocos.