¿La nueva normalidad de la Nueva York Fashion Week nos habla sobre el futuro de una moda más lenta?

Frente a la extrañeza de los acontecimientos derivados de la pandemia de Covid-19 que todo lo toca, la industria de la moda sigue buscando cualquier atisbo de luz mediante el que poder mostrar todo el talento creativo de los diseñadores con más renombre. Y la pasarela neoyorquina lo está haciendo con toda la maestría que permite la situación.

En físico... Pocos y con muchas medidas

La pasarela comenzó el pasado sábado de manera digital. Durará hasta el próximo miércoles y contará con muy pocos desfiles físicos que tendrán lugar en un estudio del barrio de SoHo. Entre ellos, podremos conocer el trabajo de diseñadoras como Rebecca Minkoff que afirma que este año, será una celebración “fuera de lo normal”. Pero, ¿qué medidas están imponiendo para garantizar la seguridad sanitaria?

Por ejemplo, Rebecca asegura que sus modelos desfilarán a dos metros de distancia de separación y llevarán mascarilla. El desfile de esta diseñadora únicamente contará con quince espectadores.

El gran nombre que nos deleitará con su moda en vivo será Tom Ford, el miércoles como broche de oro para cerrar esta edición tan insólita.

Los que no estarán

Pero, desgraciadamente, no encontraremos los nombres de gigantes de la moda ni en la parrilla física ni en la digital. Nombres como el de Michael Kors, Tommy Hilfiger o Ralph Lauren.

Y es que para mentes creativas como la de Kors, tampoco son tan malas noticias: “Llevo mucho tiempo pensando que habría que hacer cambios el calendario de la moda. Me ilusiona ver que la comunidad de la moda está por fin dispuesta a discutir el calendario para encontrar modos de aminorar el ritmo de todo el proceso y mejorar nuestra manera de trabajar. Todos hemos tenido más tiempo para reflexionar y analizar las cosas, y creo que muchos estaremos de acuerdo en que ha llegado el momento de abordar una nueva etapa”, afirma Kors en un comunicado. "Hay que darle más tiempo a los consumidores para que asimilen los lanzamientos de otoño, que van a llegar justo a tiempo en septiembre, y no confundirles con una sobrecarga de ideas, temporadas nuevas, productos e imágenes”.

¿Será esta la primera piedra de un cambio en el formato de la industria de la moda?