Moda
Una historia de sueño: el vestido más caro de la historia lo vistió Marylin Monroe
Marilyn Monroe murió el 4 de agosto de 1962. Pero, obviamente, tras la muerte de la rubia más famosa de Hollywood el vestido de aquel famoso rodaje adquirió un valor que nadie se imaginaría.
Por aquellos años nadie se imaginaría que un vestido de cóctel haría historia casi de forma espontánea. Pero es que después de que lo luciera la maravillosa Marilyn Monroe todo alrededor de esta prenda se volvió, obviamente, maravilloso.
La historia data de 1954, específicamente el 15 de septiembre, cuando en la esquina de la calle 54 y Lexington Avenue serían testigos del rodaje de la escena icónica de Marilyn. Todo fue una estrategia de promoción que resultó más exitosa de lo previsto.
William Travilla fue el realizador de esta pieza emblemática del cine y de la confección a nivel mundial. El vestido fue un sueño confeccionado especialmente para la rubia maravillosa. El vestido de coctel color marfil que dibuja un escote halter seguía sus líneas perfectas hasta ceñirse a la cintura de Marilyn Monroe. La falda, que jugó plácidamente con el aire que venía de los rieles del metro, era de corte A y numerosos pliegues.
¿Quién fue realmente Marilyn Monroe?
Su verdadero nombre fue Norma Jeane Baker, nació en Los Ángeles, California. Fue una actriz de cine, cantante y modelo estadounidense reconocida en todo el mundo como un ícono pop. Para los años 50 ya tenía una carrera establecida dentro de Hollywood.
Marilyn Monroe murió el 4 de agosto de 1962. Pero, obviamente, tras la muerte de la rubia más famosa de Hollywood el vestido de aquel famoso rodaje adquirió un valor que nadie se imaginaría.
Tras la muerte de Marilyn Monroe, Travilla guardó bajo llave aquella prenda icónica. Además también guardó, con mucho recelo y dolor, todas las prendas que había hecho para ella y que con todo el glamour de la época la actriz lució.
Durante los años en los que vivió el diseñador William Travilla allí permanecieron las pertenencias de Marilyn. Solo hasta que murió Travilla, en 1990, las prendas salieron del armario para recorrer el mundo en múltiples exposiciones.
Es así como aquel vestido marfil cayó en manos de otra artista, Debbie Reynolds, también actriz, cantante y gran admiradora de Monroe. Así Reynolds terminó subastando el vestido, en esa puja se convirtió en una prenda súper cara.
El comprador del vestido, también decidió subastarlo, pero en el año 2011. En ese momento pagaron 4.450.700 euros por la prenda, convirtiéndose de esa forma en el vestido más caro del mundo.
Detrás de esta historia de una prenda histórica también hay una historia de amor. Travilla conoció a Monroe y tuvieron un romance apasionado, su relación se caracterizó por la complicidad y la admiración. «Billy, querido, vísteme siempre», solía decirle Marilyn Monroe.
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