Alimentación

17.000 euros por un Cabrales (y no es el más caro de la historia)

Un exquisito ejemplar de la quesería de Francisco Bada fue el triunfador de la 50ª edición del Certamen Queso Cabrales.

Un cabrales de la Quesería Francisco Bada.
Un cabrales de la Quesería Francisco Bada.Francisco Bada

Tielve es una minúscula parroquia perteneciente al concejo asturiano de Cabrales. Ubicada a dos pasos del espectacular Naranjo de Bulnes y a tres de la Ruta del Cares, se encuentra enclavada en plenos Picos de Europa. Es allí, en Tielve, donde se fabrica uno de los quesos más particulares de todo el mundo, uno de esos que no deja indiferente absolutamente a nadie, o ni siquiera eres capaz de olerlo, cuando menos, comerlo, o te haces cientos de kilómetros para conseguir el mejor.

En Tielve se ubica la quesería Francisco Bada, la gran triunfadora de la 50ª edición del Certamen Queso Cabrales, que se ha celebrado recientemente. Se trata de una empresa familiar, de 4 generaciones ya, en la que se elabora “de forma artesanal y con la leche cruda de nuestra propia cabaña ganadera, vacas y ovejas, el queso Cabrales con denominación de origen protegida”, según se puede leer en la web de la propia empresa.

Antes de entrar en disquisiciones económicas, no está de más recordar cómo se elabora un buen Cabrales. Antes de poder degustar un queso Cabrales tiene que pasar por 3 etapas; la primera en la quesería donde se elabora el queso y se sala (sal marina gruesa). La segunda etapa es en la sala de secado donde el queso se orea, seca y comienza a desarrollar el hongo penicilliumque le da el color azul característico. La tercer etapa es en la cueva donde adquiere la humedad necesaria para así tener su consistencia untosa”.

17.000 euros se pagaron por un exquisito cabrales de Francisco Bada. El comprador fue Iván Suárez, el responsable de El Llagar de Colloto, un restaurante de Oviedo, que acumula ya tres certámenes consecutivos siendo el ganador de la puja. De hecho, en la última edición celebrada, la de 2019, desembolsó 20.500 euros, hecho que fue directamente al libro Guiness de los Récords como el queso más caro del mundo subastado nunca.

Este año, el 15% de los 17.000 euros irá destinado, por iniciativa propia de Iván Suárez, a la Asociación Galbán, que lucha con el cáncer. “No quería que se me escapara este queso para así poder hacer la donación. Quería invertir en algo natural, auténtico y de Asturias, haciendo un reconocimiento al concejo de Cabrales y a su Denominación de Origen Protegida”. En principio, parece ser que Suárez empleará el exquisito queso para invitar a familiares y amigos en su propio cumpleaños.