Una huelga «política» que no paraliza la capital

La EMT ha cumplido su palabra. Ayer se celebró el primer día de huelga de autobuses de 24 horas. Según afirman los sindicatos, la protesta ha sido secundada por entre el 95% y el 100% de la plantilla. Y se ha notado: el tiempo de espera para los viajeros se ha duplicado en el mejor de los casos, empeorando en el caso de los intercambiadores. Sin embargo, la capital estuvo lejos de paralizarse o colapsarse. El 100% de cumplimiento de los servicios mínimos ha posibilitado que, con retraso, muchos madrileños hayan podido llegar a sus puestos de trabajo. Además, el Metro ha sido la principal alternativa. Si bien había convocada una huelga de 24 horas también para el suburbano, en este caso por el sindicato Solidaridad Obrera, lo cierto es que se han registrado un 20% más de trenes de los establecidos por los servicios mínimos, según anunciaron ayer desde Metro de Madrid.

El Ayuntamiento, en todo caso, volvió a solicitar ayer una apertura de las negociaciones con el Comité de Empresa de la EMT. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida aseguró ayer que «al minuto de que desconvoquen la huelga, estaremos sentados el Gobierno de la ciudad de Madrid con el Comité de Empresa», afirmó el regidor en Ifema, donde participó en una sesión durante la celebración de la Cumbre del Clima. Martínez-Almeida recordó las «amenazas físicas» recibidas hacia su persona por parte de un representante sindical, que aseguró que iba a «partirle las piernas». El alcalde exigió al Comité una «condena expresa» al respecto. «No es el camino más adecuado para llegar a una solución».

Por su parte, el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, la tachó ayer de «absoluta irresponsabilidad». «Hemos tendido la mano y negociado

siempre buscando la posibilidad de un acuerdo». En opinión, la huelga es «injustificada» en el momento en que no existe amenaza de privatización sobre la EMT, tal como argumenta el Comité de Empresa. «Ya hemos dicho en repetidas ocasiones que no se va a privatizar el servicio y que la EMT es una empresa 100% pública».

La opinión de Carabante y por extensión del Consistorio es que la actual protesta obedece a un factor político. «Se han contratado a 90 personas más, el doble que el anterior Ayuntamiento. Son 90 personas que ya se encuentran en plantilla. Lo único que ha cambiado en estos seis meses es el color político del Consistorio», concluyó el concejal.

Uno de los sindicatos de Metro, el Sindicato Libre de Transporte, se «bajó» de la huelga debido a la «actitud inmovilista del resto de secciones sindicales del Comité de Empresa de la EMT». Entre otros motivos, denunció que el Comité de Huelga se «levantó de la mesa de negociación sin tan siquiera» debatir las propuestas efectuadas por la Dirección de la empresa. En su criterio, «es absolutamente irresponsable» mantener este paro coincidiendo con la Cumbre Internacional del Clima, «con grave perjuicio para la imagen internacional de Madrid y su capacidad para gestionar eventos mundiales».

Mientras, miles de trabajadores de la EMT se manifestaron ayer para exigir al Ayuntamiento que se siente a «negociar» un calendario de contrataciones para garantizar un servicio «público y sostenible». Con gritos y pancartas contra Almeida y Carabante, la manifestación arrancó frente a la sede del Consorcio regional de Transportes con destino Palacio de Cibeles.