Madrid: así será el Azca del futuro

Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo –después, paseo de la Castellana–. Todo eso cabe en apenas cuatro letras de un acrónimo que todo madrileño conoce: Azca, esa enorme manzana de 19 hectáreas de la Castellana que constituye el gran distrito financiero de la capital. Entre trabajadores, vecinos y peatones, pasean alrededor de 100.000 personas a diario por una zona que no vive sus mejores momentos, sobre todo en el área conocida como los «bajos de Azca». Sin embargo, Renazca, asociación de significativo nombre en la que se agrupan varias empresas propietarias de edificios en la zona, quiere cambiarla. De arriba a abajo.

En el corazón de la supermanzana se desplegará «una gran pradera verde», capaz de albergar actividades al aire libre a las que podrían asistir entre 200 y 10.000 personas. El agua de lluvia se canalizará mediante fuentes y juegos de agua, lo que permitirá almacenarla para autoabastecer el riesgo. Se plantará un nuevo arbolado, con especies autóctonas... En esto consistiría, a grandes rasgos, el proyecto ganador, dentro de un concurso organizado por la asociación para aspirar a la regeneración urbana, económica y social de Azca. Una visión que ya han dado muestras de su solvencia en este sentido con el High Line de Nueva York: el estudio norteamericano Diller Scofidio + Renfro (arquitectos), el británico Gustafson Porter + Bowman (paisajistas) y el español B720 Fermín Vázquez Arquitectos. Además, el equipo cuenta con colaboradores en áreas como la sostenibilidad, estructuras, iluminación y flujos urbanos.

Un mercado de productos frescos, un parque infantil, una biblioteca al aire libre, un jardín de esculturas, un invernadero una cancha deportiva en la plaza de Carlos Trías Beltrán... La intención de Renazca es la de comenzar las obras a finales de 2022, con unos costes todavía por definir. Y es que, el proyecto se encuentra en su fase embrionaria. En todo caso, no se confundan: aunque el modelo a seguir sea el High Line de Manhattan, la pretensión es, precisamente, romper con la percepción de Azca como una isla en mitad de la ciudad.