Ayuntamiento
Terrazas en Madrid: tres motivos para quererlas (y para odiarlas)
El debate sobre su ampliación se endurece dentro y fuera del Palacio de Cibeles
De aquí hasta que el Ayuntamiento de la capital tome una decisión definitiva, el debate sobre las terrazas en Madrid va a ocupar buena parte de la información municipal. En Cibeles, dos tendencias antagónicas: por un lado, el ala de Cs, con Begoña Villacís a la cabeza, partidaria de prorrogar las «terrazas covid» en las plazas de aparcamiento por dos años más; por otro lado, el ala del PP, que considera que, salvo un repunte de la epidemiología, las nuevas terrazas deberán desaparecer el próximo 31 de diciembre, tal y como se estipuló en su día. En el horizonte, una ordenanza de terrazas, que deberá aprobarse antes de final de año, y aportar una solución definitiva. Mientras, defensores y detractores tratan de llegar a un acuerdo que, a día de hoy, parece difícil de alcanzar.
A favor
En la Comisión de Medio Ambiente celebrada ayer, el delegado Borja Carabante explicó el principal motivo que llevó a la ampliación: más de 6.000 empleos se han salvado gracias a la concesión de nuevas terrazas.
No en vano, el segundo motivo reside en que afecta al propio tejido económico y empresarial de la ciudad. Hablamos de un sector, el hostelero, que aporta en torno al 7% del PIB de la región, con la capital como principal epicentro. Madrid cuenta con 31.000 bares y restaurantes que dan empleo a más de 200.000 personas. De hecho, desde Cibeles consideran que la prórroga un ejemplo de cómo gestionar la crisis sanitaria sin dejar de atender la recesión económica que trajo consigo.
Por último, la tercera razón es de índole popular. Las terrazas están llenas de jueves a domingo... porque los madrileños las están ocupando. Un fenómeno, por otro lado, que en los meses de verano ha sido una constante, pero que, presumiblemente, a medida que transcurra el otoño y abracemos los meses de invierno, irá perdiendo afluencia.
En contra
Desde el PSOE, el concejal Ignacio Benito señaló algunos de los inconvenientes que han traído consigo las «terrazas covid». El principal, la falta de descanso por parte de los vecinos. La situación vivida hace meses en Ponzano parece haberse replicado en Retiro, donde varios vecinos de Menéndez Pelayo se manifestaron el pasado viernes denunciando una situación similar. Básicamente, el PSOE asegura que la ciudad está inmersa en una «ley de la selva»: terrazas en Zonas de Protección Acústica que deberían cerrar a las 23:00 y que permanecen abiertas hasta las 2:00; áreas que sobrepasan los límites de 50 decibelios, tal y como exige la ley...
La segunda razón que esgrimen tanto PSOE como Más Madrid es la «tensión» que, a su juicio, están generando estos nuevos espacios entre los vecinos.De hecho, apuntan a que se están disparando las quejas, principalmente por el exceso de ruido.
El tercer motivo, según el PSOE, es el de la «invasión del espacio público» de la ciudad. De hecho, en el próximo pleno de Chamberí (distrito en el que se encuentra Ponzano), pedirán que se pueda decretar la suspensión de la tramitación de nuevas solicitudes de terrazas que impliquen un incremento del espacio utilizado, o que supongan la instalación de toldos, separadores fijos anclados, maceteros, cerramientos, etc.
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