¿Cuál es el único pueblo de España con una bula del Papa para comer carne los viernes?

Hace siglos, cuando las comunicaciones distaban mucho de las actuales, estar en el centro de la penínsulaibérica resultaba un problema nada menor a la hora, por ejemplo, de acceder a pescado fresco. Especialmente para poblaciones situadas en regiones como la actual Comunidad de Madrid. Es el contexto en el que cobra explicación la historia de cómo Meco (Madrid) es el único municipio de toda España con una bula papal emitida desde la Santa Sede, cuyo contenido libraba a los vecinos de esta localidad de no poder comer carne el Viernes Santo y los viernes de Cuaresma. Una historia sobre la que hay documentación histórica.

De hecho, en un documento de 1918 firmado por Adolfo Aragonés se recoge el contenido de dicha bula “dada en Roma el 16 de mayo de 1487 por Inocencio VIII, obispo, siervo de los siervos de Dios”. La primera circunstancia que se advierte en este documento es que no sólo afectaba a Meco la dispensa, sino también a otras ocho villas de la provincia de Guadalajara. Y tiene su origen en el aviso que da a la Santa Sede un miembro de la nobleza española: “Nuestro amado hijo y noble varón Íñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla, y destinado como orador de los muy ilustres y muy amados en Cristo, Fernando e Isabel, Reyes de Castilla y León, cerca de Nos acaba de hacernos presentes que, encontrándose a gran distancia del mar, y habiendo, por consiguiente, la escasez de pescados, para que puedan cómodamente sustentarse los días de viernes y ayunos”. El documento señala que estos vecinos podrían, por tanto, “comer huevos y lacticinios, sin que se entiendan que por esto quebrantan el ayuno o incurren en pecado alguno”.

A partir de la concesión de esta bula por parte del Papa, surgió entre los propios vecinos del municipio madrileño y en localidades de su entorno una expresión proverbial, que, con el paso de los años, pasó a utilizarse principalmente en un contexto jurídico. Se trata de la expresión “no te va a valer ni la bula de Meco”. Con ello se trata de explicar que alguien ante un caso judicial contra él tiene pocas salida. Es decir, que el caso a tratar por la justicia resulta tan grave que ni los términos de la bula lo podrían llegar salvar. En algunas ocasiones se entiende que la pena cometida no se salva ni siquiera con la aplicación de la bula de Meco.