Autónoma de Madrid
Cómo la ranita de San Antonio (y los algoritmos matemáticos) explican el cambio climático
Esta Universidad madrileña combina sensores automáticos y algoritmos de reconocimiento de voz para predecir el impacto a largo plazo que el cambio climático podría causar en las poblaciones.
La Universidad Autónoma de Madrid ha desarrollado una nueva herramienta para evaluar las consecuencias del cambio climático sobre la diversidad en la que se combina el uso de nuevas tecnologías, algoritmos de reconocimiento de sonido y modelos matemáticos y ecólogos sonidos basada en los sonidos que utilizan los animales para comunicarse.
Los resultados, publicados en ‘Methods in Ecology and Evolution’, han sido probados con éxito en un anfibio ibérico, la ranita de San Antonio (Hyla molleri), ha indicado el centro universitario.
De esta forma, combinando sensores automáticos y algoritmos de reconocimiento de voz con modelos matemáticos, el equipo ha desarrollado un método que permite examinar cómo están cambiando los ritmos de reproducción o las áreas de distribución de las especies y predecir el impacto a largo plazo que el cambio climático podría causar en sus poblaciones.
La metodología fue evaluada por primera vez en una especie autóctona de la península ibérica, la ranita de San Antón (Hyla molleri), cuyos individuos se sirven del canto para encontrar parejas reproductivas. “Los modelos desarrollados han dando lugar a resultados prometedores, al predecir de manera robusta la actividad vocal de esta especie en base a las condiciones climáticas”, han señalado los autores.
“El método -han explicado- ofrece así la posibilidad de calcular cuáles son los requerimientos ecológicos del canto de las especies y, según distintos escenarios futuros, estimar la probabilidad de que los animales encuentren condiciones adecuadas para llevar a cabo sus funciones vitales a lo largo del territorio o de las estaciones del año”.
El equipo de investigadores cuenta con personal de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad de Sevilla y la Universidade Federal de Goiás (Brasil), todos ellos liderados por Diego Llusia y Camille Desjonquères, del Departamento de Ecología de la UAM.
Según han destacado, los resultados obtenidos avalan que se trata de una herramienta novedosa para identificar posibles cambios en la fenología y en la distribución de las especies en el actual contexto de cambio climático.
Bioacústica y biogeografía
Es estudio se basa en una integración entre dos disciplinas científicas como son la bioacústica y la biogeografía. La primera ofrece una amplia serie de conocimientos y técnicas para realizar seguimientos de poblaciones animales a lo largo de su área de distribución mediante el uso de redes de sensores acústicos, pequeñas grabadoras de sonido que registran automáticamente el canto de las especies.
El análisis posterior del extenso banco de grabaciones obtenidas con estos equipos requiere del empleo de algoritmos de reconocimiento que detectan automáticamente los periodos de actividad vocal de las especies.
Finalmente, la biogeografía pone a disposición herramientas de modelización espacial para entender cómo los animales de estudio se ven afectados por los cambios en las condiciones climáticas.
“Esta línea de investigación innovadora seguirá siendo desarrollada en los próximos años por nuestro equipo, pionero a nivel internacional en el campo de la bioacústica. Si bien cabe destacar que lo primordial y más urgente es la puesta en marcha de medidas que ayuden a mitigar estos efectos, con la aplicación de acciones políticas decididas y la concienciación y compromiso de los ciudadanos para reducir lo antes posible nuestras emisiones de carbono a la atmósfera”, concluyen los autores.
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