Sin rastro

La búsqueda de la madrileña Sandra Bermejo se reforzará por tierra en el Cabo Peñas

En su casa tenía la nevera llena, ropa preparada para poner una lavadora y no había signos de una salida apresurada de su domicilio

Sandra Bermejo
Sandra BermejoLa RazónLa Razón

La Policía Nacional realizará batidas terrestres cuando las condiciones meteorológicas lo permitan en las inmediaciones de Cabo Peñas, en el concejo asturiano de Gozón, donde el 8 de noviembre se perdió la pista de la psicóloga madrileña Sandra Bermejo, de 32 años, ha informado un portavoz de la Comisaría de Gijón.

Cabo de Peñas, en Asturias
Cabo de Peñas, en AsturiasPrincipado de Asturias

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón sigue “analizando y comprobando” todas las informaciones de personas que aseguran que vieron a la joven aquel día, cuando su teléfono móvil la geolocalizó por última vez hacia las 17:00 horas en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, en el vértice que se encuentra tras el faro del Cabo Peñas y donde fue encontrado su vehículo.

El lunes pasado, la asociación SOS Desaparecidos remitió al juzgado y a la UDEV un documento en el que solicita que esa búsqueda se centre por tierra tras la llamada de un testigo que sostiene que vio a Sandra apenas 40 minutos después de que un repetidor instalado en la zona dejara de emitir la señal de su teléfono móvil en el aparcamiento.

En este documento, mantiene que la búsqueda se focalizó los días 11, 12 y 13 de noviembre por mar pensando únicamente en las tesis de una caída accidental o un suicidio, frente a las hipótesis de la familia que desde un principio ha mantenido que Sandra Bermejo tuvo que haber desaparecido de forma involuntaria.

El presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha explicado que la Policía Nacional le confirmó el miércoles que se realizarán batidas terrestres una vez que las condiciones meteorológicas sean favorables, ya que en la zona de Cabo Peñas se suelen registrar fuertes vientos.

Unas batidas terrestres a las que se van a sumar los técnicos de la asociación que piden la colaboración de miembros del 112-Asturias, de montañeros y voluntarios que puedan conocer la zona para rastrear cualquier indicio.

Desaparición voluntaria

Amills ha reiterado que la tesis de la desaparición involuntaria cobra más fuerza para la familia a medida que van pasando los días sin tener noticias del paradero de la joven madrileña afincada en Gijón que, según afirma, tiene una buena relación familiar, trabaja como psicóloga y aparentemente realizó una vida totalmente normal en las horas previas a su desaparición.

Entre otros detalles, subraya el hecho de que había salido a pasear por el entorno del Cabo Peñas, una zona que conocía bien por su afición al senderismo y como amante de la naturaleza, después de que dos clientes hubieran anulado una cita esa misma tarde, así como que tuviera la nevera llena, ropa preparada para poner una lavadora y no había signos de una salida apresurada de su domicilio.

Unos indicios a los que Amills añade al hecho de que su vehículo estuviera cerrado y en su interior se encontrara su bolso con su documentación y tarjetas bancarias.

La familia mantiene intacta la esperanza de poder hallar alguna pista fiable sobre su paradero tras la llamada de ese testigo que, según el presidente de SOS Desaparecidos, describió perfectamente la ropa que llevaba ese día con detalles que no se habían hecho públicos.

“Tenemos la esperanza de que lleguemos a saber la verdad de qué es lo que ocurrió ese día porque estamos convencidos de que Sandra no se suicidó, no apareció su cuerpo, ni su ropa, y nos inclinamos más por una retención, una manipulación y una desaparición totalmente involuntaria”, ha concluido.