Semana de la Moda

Alejandre y BAMBAM: cuando las diseñadoras jóvenes pisan fuerte la pasarela

Visitamos los talleres estas dos firmas madrileñas que optan hoy a hacerse con los premios que reconocen el diseño emergente en la Semana de la Moda

Sandra Peñaranda, fundadora de Alejandre Studio
Sandra Peñaranda, fundadora de Alejandre StudioAlberto R. RoldánLa Razón

A punto de que la Semana de la Moda de Madrid llegue a su fin, en pocas horas conoceremos a los ganadores del Mercedes Benz Fashion Talent y del Premio Allianz EGO Confidence in Fashion. Alejandre y BAMBAM se han convertido en las firmas madrileñas que representan el talento emergente de la región y en candidatas a optar a uno de estos premios. Sandra Peñaranda, fundadora de Alejandre, se presenta por segundo año consecutivo al primero de los certámenes, que premia la mejor colección entre los jóvenes creadores que desfilarán hoy mismo. Son nueve las firmas candidatas a conseguir el ansiado reconocimiento y la seleccionada por el jurado podrá desfilar en la Mercedes-Benz Prague Fashion Week. Asimismo, después de tener estos días su colección expuesta y a la venta en el Showroom Allianz Ego, Alba de BAMBAM, podría convertirse hoy en la ganadora del Premio Allianz EGO Confidence in Fashion. Se trata del cuarto año que este reconocimiento busca apoyar e impulsar a jóvenes promesas españolas y reconocer el proyecto de uno de los quince participantes en los pasos iniciales de su carrera. El ganador recibirá una dotación económica de 6.000 euros para poder crear una nueva colección que se presentará en la próxima edición de la pasarela Allianz Ego, en septiembre de 2023. Además, contará con asesoramiento profesional de la mano de la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología, para potenciar su marca y optará a presentar una instalación artística en la próxima edición de ARCO.

Por segundo año consecutivo, Alejandre, desfilará esta tarde en la pasarela Allianz Ego. En ella presentará su tercera colección de la que ultima los detalles cuando recibe a LA RAZÓN en su taller en pleno centro de la ciudad. Aunque han sido semanas de mucho trabajo, confiesa sentirse feliz y satisfecha de poder enfrentarse a esta nueva colección con su misma identidad mientras crea un nuevo universo. «Tengo sentimientos encontrados. Relajada por enfrentarme a algo que ya he vivido, pero algo nerviosa por compartir este nuevo trabajo y saber si gustará o no», apunta. «Rising», su nueva propuesta, consta de dieciséis «looks» y en ella destaca la superposición de prendas. «Me encanta que haya mucha información. Esto no quiere decir que la prenda sea difícil, aunque hay casos en los que sí, pero me apasiona crear “looks” muy construidos y pensados pero a su vez que cuando los veas sean fáciles y limpios», detalla.

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Desde su primera colección en 2020, la diseñadora madrileña ha seguido un mismo hilo conductor en sus tres colecciones: la expresión de la figura femenina. «Considero que todas son hermanas, aunque cada una tiene su propio universo, comparten identidad. Algo que es importantísimo para mí y que he logrado es que da igual la pieza que cojas que la identificas con la marca», asegura. El algodón, muy representativo en a firma, sigue presente en «Rising», pero ha buscado endurecer las formas a través de tejidos más duros como son los técnicos, aunque tratándolos siempre con la delicadeza y cuidado que les caracteriza. «Estoy muy contenta con esta colección porque considero que el nivel está muy alto en todas las prendas», apunta. De los dieciséis, destaca el «look» formado con un top y una falda estilo «puffy», dos prendas con mucha información pero muy atractivas a la hora de ver. «Ha sido un ejercicio de poner lo que ya existe, patrones y formas que nos identifican, pero quitarle todo ese significado para añadirle uno nuevo», detalla.

Alejandre

«Estoy muy contenta con mi nueva colección porque considero que el nivel de todas las prendas es muy alto»

En poco más de dos años, esta madrileña de solo 26 años ha conseguido lanzar su página web, adentrándose en la venta online y realizando envíos a todo el mundo. Gracias a esto ha podido vestir a «celebrities» de la talla de Dua Lipa, Nathy Peluso, Bad Gyal, Aitana, Julia Fox y Kourtney Kardashian. Un listón muy alto que espera con entusiasmo superar con esta nueva colección. «Es todo un reto y me muero de ganas por saber qué va a pasar. Sueño con vestir a Bella Hadid, es la mejor modelo del año y me encanta su trabajo», confiesa. La apuesta de artistas o actores por lucir diseños de nuevos diseñadores se ha convertido en algo común en los últimos tiempos dentro de un intercambio en el que ambas partes se benefician.

Es aquí donde también juegan un importantísimo papel las redes sociales para los nuevos diseñadores, ya que en muchas ocasiones se convierten en la llave de estas colaboraciones. Sus perfiles se convierten en el escaparate perfecto para sus prendas y la gestión de estos ya forma parte de su trabajo diario. Alba de BAMBAM, lo sabe bien. Nos recibe en su taller, en el barrio madrileño de Carabanchel, dónde ella misma desarrolla las labores de fundadora, creativa, gestora de redes sociales y responsable de pedidos y atención al cliente. Trabajos que compagina con otro como publicista porque su firma aún no le da para vivir. «Estoy trabajando en una nueva estrategia de comunicación porque en los últimos dos años ha cambiado todo muchísimo, pero las redes sociales son el mayor punto de entrada de mis clientes», confiesa.

La joven diseñadora Alba Bam Bam
La joven diseñadora Alba Bam BamAlberto R. RoldánLa Razón

Aunque su propósito es que su firma siga siendo autofinanciada al 100%, algo que le gusta porque el control y la toma de decisiones dependen exclusivamente de ella, considera que el premio Allianz Ego Confidence in Fashion le facilitaría la asesoría empresarial que tanto necesita. A pesar de que en 2018 ya participó en Cibeles, este es el primer año en el que compite por este premio: «Estoy nerviosa sobre todo por el speech que tenemos que dar frente al jurado experto y por ver qué pasa. Hay mucho nivel y creo que va a ser complicado ganar, sería un sueño». Porque al éxito que supondría a nivel profesional, se uniría un triunfo personal. Y es que hace diez años, Alba se encontraba al otro lado, como periodista, cubriendo la pasarela para publicar sus crónicas en una revista de moda para la que trabajaba como becaria. «Sería bonito estar al otro lado y poder contar la historia, ahora subida a la pasarela», confiesa emocionada.

Sin embargo, la madrileña sí considera que su propuesta es bastante diferencial respecto a las otras por el protagonismo del color y las cosas que comunica a través de sus diseños. Desde sus inicios en 2017, ha definido su firma como de «anti moda», ya que en ella reniega bastante de pilares fundamentales en el funcionamiento del sector. «No nos gusta hablar de tendencias, nos gusta tener siempre una estética invariable», detalla. Siempre dentro de un imaginario de los años 80 y 90. «No te pretendemos cambiar la rueda, pero sí que en la parcelita que tenemos intentar no darle importancia a las temporadas, porque da la sensación de que en seis meses, una prenda en la que hay detrás mucho trabajo y energía puesta, deje de ser importante o caduca», defiende. Desde entonces ha lanzado cuatro colecciones, pero no deja de producir las piezas que mejor les funcionan y que la gente les demanda más, y así romper de alguna forma con el concepto de armario cápsula.

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Estos días en el showroom de Allianz Ego hemos podido disfrutar de colecciones anteriores y un anticipo de la colección en la que se encuentra trabajando y que lanzará en septiembre de este año. La ha llamado «huevito» en referencia a cómo se llamaba a aquellos niños que en los juegos infantiles eran intocables. «Una oda», en palabras de la diseñadora, «a esa tolerancia que tienen los niños respecto al error, al fallo y a la vulnerabilidad. Y que cuando crecemos ya no queremos serlo: en cómo rechazamos mostrarnos vulnerables y frágiles». Esto lo ha reflejado en sus prendas a través de la mezcla y el contraste entre el universo adulto e infantil, empleando tejidos como la sarga con la clásica tela de cuadros empleada para los babis infantiles.

Así como la raya diplomática, que usa como si de la cuadrícula de un cuaderno se tratase. El clásico cuadro Burberry, lo reinterpreta con colores de la paleta básica que definen la marca y que son principalmente los primarios. Además, todas sus prendas superiores llevan una costura trasera con forma de zigzag, representando la rotura del cascarón y los pantalones lucen parches de colores, como reflejo del error y la caída. Prendas que además de color están cargadas de nostalgia, con referencias pop y en las que se habla de una generación, la millennial. «Creo que conectar a través de los recuerdos es la forma más bonita», sentencia. Y con los suyos espera alzarse con el premio.